China tiene un nuevo reto en frente. Shanghái es una de las ciudades más relevantes del país, con unos 25 millones de habitantes y una aportación del 3,8% al PIB nacional. Ahora vive su peor rebrote de covid-19 desde el inicio de la pandemia, que plantea un importante enredo: frenar la covid sin parar la economía. La urbe ha quedado confinada este lunes, mientras las autoridades locales intentan contener el impacto económico. El domingo se anunció una cuarentena que se alargará hasta el 5 de abril y que se desarrollará de manera escalonada: desde este lunes hasta la madrugada del día 1 se cerrarán las áreas del este del río Huangpu, mientras que las zonas del oeste se aislarán entre los días 1 y 5 de abril.
En Shanghái se han dictado medidas duras de confinamiento, pero con una duración menor en la esperada y con una focalización geográfica más precisa. La decisión responde principalmente a la voluntad de evitar un gran impacto económico, ya que se prevé que los rebrotes afecten al crecimiento esperado para el PIB chino en el primer cuarto del año (que también se puede ver resentido por la guerra entre Rusia y Ucrania). De hecho, hay quien subraya la falta de mano de obra en algunas zonas por mor de los confinamientos y del hecho de que unas 400.000 personas están confinadas por todo el país.
Medidas para proteger la economía
Por su parte, la Bolsa de Shanghái ya ha sufrido los efectos del rebrote: su índice de referencia ha perdido un 8,2% en este mes de marzo. Sin embargo, la importancia económica de la ciudad tiene que ver con factores más allá de su condición de foco financiero: resulta que el puerto de Shanghái es el más activo del mundo en cuestiones de volumen, motivo por el cual hay miedo por posibles atascos logísticos. En este sentido, la prensa metropolitana ha asegurado que la infraestructura sigue ofreciendo sus servicios durante las 24 horas del día y que mantiene su capacidad habitual.
Ante esta situación, las autoridades de Shanghái han anunciado un paquete de medidas orientadas a la protección de la economía. La batería de iniciativas incluye subsidios para los voluntarios o personal médico, así como reducciones de impuestos para las empresas (especialmente, pymes). El diario local Shanghai Daily añade que supermercados y plataformas en línea de reparto a domicilio trabajan "a toda máquina" por garantizar el suministro en las áreas confinadas, aumentando en algunos casos hasta en un 50% los pedidos de verduras, carne y huevos. El gobierno municipal tendrá un ojo sobre estas empresas, después de haber anunciado este lunes que los negocios donde se detecten irregularidades en los precios se enfrentarán a una multa de hasta tres millones de yuans (430.000 euros) o la retirada de su licencia. El objetivo de esta mano dura es evitar una escalada de los precios durante los confinamientos, en especial en aquellos productos básicos o relativos a la prevención de contagios como mascarillas o desinfectantes.