Un ensayo clínico liderado por el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona está obteniendo resultados positivos sobre un fármaco que ayuda a reducir la mortalidad de un ictus isquémico, el tipo más común. El ensayo APRIL, de fase 1b/2a, ha contado con 151 pacientes, hombres y mujeres de 18 a 90 años, de catorce hospitales de referencia en investigación y asistencia de enfermedades neurovasculares a España y Francia. El estudio, que ha dividido en grupos a los pacientes, demuestra que el grupo que recibió dosis alta del fármaco, denominado ApTOLL, demostró una disminución de la mortalidad del 18% al 5% en comparación con el grupo de placebo.
Los resultados se han presentado en el International Stroke Conference (ISC) en Dallas, en los Estados Unidos. El doctor Marc Ribó, neurólogo de Vall d'Hebron e investigador principal del grupo de Investigación en Ictus del Foso de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR) ha presentado los resultados en el ISC. Según Ribó, estos "demuestran el efecto neuroprotector de ApTOLL después de producirse un ictus de forma que protege el tejido cerebral en riesgo".
Reducción de la mortalidad y de la discapacidad funcional a largo plazo
Este fármaco no solo consigue reducir el volumen de la mortalidad, también consigue reducir el volumen del infarto y mejorar las puntuaciones de la escala de accidentes cerebrovasculares de los Institutos Nacionales de Salud (NIHSS) al cabo de 72 horas. El 64,3% de los pacientes que recibieron dosis alta del fármaco obtuvieron una puntuación de 0 a 2 mRS al cabo de 90 días, lo cual se considera independencia funcional, mientras que solo el 46,3% de los pacientes que recibieron placebo obtuvieron una puntuación de 0 a 2 mRS.
Así, no solo consigue resultados positivos de eficacia con una reducción significativa de la mortalidad —del 18 al 5%— sino que también hay una reducción de la discapacidad funcional a largo plazo. Es decir, hay una reducción de las consecuencias.
Seguridad del tratamiento
El principal objetivo del estudio ha sido evaluar la seguridad del tratamiento en función de cuatro variables: muerte, hemorragia intracraneal sintomática, ataque cerebrovascular maligno y ataque cerebrovascular recurrente. "El beneficio que hemos observado en los pacientes nos hace pensar que es un fármaco con gran potencial para el futuro tratamiento del ictus isquémico", indica David Segarra, CEO y cofundador de aptaTargets, que prevé expandir el fármaco en otras indicaciones. De hecho, la compañía tiene en marcha la preparación de dos reensayos de Fase 2.ª: el ensayo RaceToll para la aplicación del ApTOLL en ambulancias en pacientes con sospecha de ictus, en la que también participa el VHIR, y el ensayo ApSTEMI para evaluar los efectos de ApTOLL en el infarto agudo de miocardio.