En las últimas semanas, muchos medios de comunicación se han hecho eco de la supuesta entrada del fentanilo al estado español y Catalunya. Se trata de un opiáceo sintético pensado para tratar el dolor intenso, aunque se ha vendido en el mercado negro porque imita los efectos de la heroína, pero con más potencia... y más mortalidad: el fentanilo es el causante del 70% de muertes por sobredosis en Estados Unidos, lo que supone decenas de miles de defunciones al año. De hecho, el problema es que está presente en muchos medicamentos de uso habitual —como se explica en la nueva serie Medicina letal, sobre la crisis de los opioides en el país americano—. Pero, ¿ha llegado la epidemia del fentanilo a Catalunya? Esto dicen expertos en drogas, como la organización Energy Control (nacida en Barcelona).
Si bien la crisis de las sobredosis afecta de manera dramática a EE.UU., desde Energy Control declaran que "no disponemos de pruebas para afirmar que el fentanilo haya entrado en los mercados de drogas ilegales en el estado español". Según sus datos, un 2% de la población estatal dice haber consumido este opiáceo, añadiendo que "la práctica totalidad de este consumo se circunscribe a la prescripción facultativa". Además, el porcentaje de urgencias hospitalarias relacionadas con el consumo de opioides sintéticos distintos a la heroína (entre los que se encuentra el fentanilo) ha oscilado en la última década entre el 6 y el 9% (con un pico del 10% en los años 2017 y 2018). El porcentaje de personas muertas por el consumo de este tipo de drogas ha descendido en los últimos diez años, del 77,9% de casos en 2011 al 59,1% en 2020.
El fentanilo en EE.UU.
En esta línea, en los últimos cinco años se han decomisado solo 336 gramos de fentanilo en el estado español —de los cuales 291 corresponden a un único decomiso, en 2018. El Sistema Español de Alerta Temprana tampoco ha emitido ninguna alerta relacionada con la presencia de este opiáceo, a la vez que ni los servicios de análisis de sustancias ni los servicios de reducción de daños han detectado una presencia relevante del mismo. "A la luz de los datos disponibles, no podemos afirmar que se esté consumiendo fentanilo en nuestro país fuera del ámbito sanitario", aseguran desde de Energy Control.
La organización también tilda de "desafortunada" la comparación constante del supuesto caso catalán (y español) con el caso de EE.UU. y Canadá, ya que la epidemia norteamericana "es un problema que lleva muchos años gestándose". "Hay varios elementos que pueden considerarse como causa y dibujan un panorama muy alejado de la realidad española", señalan. Entre dichos elementos está la sobreprescripción de analgésicos opioides y su abrupta retirada, lo que llevó a muchas personas a buscar alternativas como la heroína; las dificultades para acceder a la atención sanitaria y a los tratamientos para la adicción; el papel de los cárteles mexicanos; o la reticencia a implementar medidas que se han demostrado científicamente como eficaces.
Catalunya, mejor preparada
A diferencia de EE.UU., en el estado español y en Catalunya existe "una red pública universal y gratuita que facilita la entrada de las personas que lo necesitan a un tratamiento ajustado a sus necesidades". Energy Control también destaca los programas de reducción de daños, que cuentan "con una amplia trayectoria en nuestro país" y serán "elementos clave para hacer frente a la situación" si la epidemia llega. Es decir, que Catalunya y el estado español "están mejor preparadas que muchos otros países".
La organización sí que se muestra prudente con la epidemia de fentanilo, porque "supone un riesgo grave, con importantes implicaciones para la salud pública", pero que debe abordarse "de una manera serena, con la lógica preocupación, sin utilizar el sensacionalismo". Porque, al fin y al cabo, "no existen pruebas suficientes para afirmar que el fentanilo haya llegado a los mercados de drogas de nuestro país".