Las mutaciones genéticas son constantes en los virus y se producen, por ejemplo, cuando el virus se replica dentro de la célula que ha infectado. Es importante porque cuando las mutaciones conducen a cambios en el comportamiento de estos microorganismos, puede tener consecuencias significativas; no necesariamente perjudiciales pero, en el caso de las vacunas o medicamentos, pueden debilitar sus propiedades.

Desde la aparición del coronavirus SARS-CoV-2, varios estudios de investigación han resaltado variaciones en la secuencia genética del virus. Esto ha provocado una discusión sobre si hay varias cepas o no, y si esto tiene un impacto en la facilidad con que el virus puede infectar a un huésped.

Virus

El SARS-CoV-2 es un virus de ARN envuelto, lo que significa que su material genético está codificado en ARN monocatenario. Dentro de una célula huésped, hace su propia maquinaria de replicación. Los virus de ARN tienen tasas de mutaciones excepcionalmente altas porque sus enzimas de replicación son propensas a errores al hacer nuevas copias de virus.

Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Arizona ha llevado a cabo un estudio en el que se describe una mutación del nuevo coronavirus que se parece mucho a otra que ocurrió durante la epidemia de SARS en 2003. El equipo estudió cinco muestras de hisopos nasales que tuvieron un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2. Descubrieron que uno de estos tenía una deleción, lo que significa que faltaba una parte del genoma viral, una mutación simular a la que sufrió el virus del SARS y que disminuyó la capacidad de replicación del mismo.

En otra investigación, la Universidad de Maryland en Baltimore y la compañía italiana de biotecnología Ulisse Biomed en Trieste concluyeron que el SARS-CoV-2 había recogido patrones de mutación específicos en distintas regiones geográficas. Los investigadores, analizaron ocho mutaciones recurrentes en 220 muestras de pacientes con COVID-19.  Encontraron tres de estos exclusivamente en muestras europeas y otros tres solamente en muestras de América del Norte.

Científico

Los expertos no se muestran sorprendidos de que el SARS-CoV-2 esté evolucionando, sino todo lo contrario. Es lo normal. después de su salto y propagación a través de la población humana. Lo que no está claro en este momento es cómo las mutaciones impulsarán el comportamiento del SARS-CoV-2 a largo plazo. Es decir, puede mutar para hacer frente las vacunas y medicamentos aún por desarrollar. Sin embargo, también es posible que veamos la evolución a una versión menos dañina del virus.

Lo cierto es que las opiniones están dividas y muchos de ellos se muestran prudentes. Hasta que haya alguna evidencia de un cambio en la biología del virus, no se puede decir que hay nuevas cepas del virus. Los experimentos de cultivo celular muestran que el virus mutado podía replicarse más rápidamente. Sin embargo, cuando los científicos posteriormente estudiaron esto en modelos animales, descubrieron que no se comportaba de manera diferente a aquellos que habían experimentado la mutación.