Cambio de paradigma. Un estudio revolucionario del Hospital Clínic de Barcelona hace avanzar hacia la recuperación total del ictus isquémico, demostrando que la administración de un tratamiento después de la intervención para atrapar el trombo mejora el pronóstico de los pacientes de forma significativa. Concretamente, los resultados de la investigación publicada este jueves en la revista científica JAMA señalan que se aumentan hasta un 59% las posibilidades de que el paciente obtenga una recuperación excelente y sin secuelas al cabo de tres meses del procedimiento. Hay que recordar que el ictus isquémico es el que se produce cuando se obstruye un vaso sanguíneo que lleva la sangre al cerebro y que representa el 85% de los casos de ictus. Cuando la sangre no llega de manera adecuada, la función de la parte del cerebro afectada puede quedar alterada de manera transitoria o permanente. Durante las primeras horas, actuar deprisa es clave: cada minuto mueren dos millones de neuronas. Entonces, los tratamientos que permiten recuperar el flujo sanguíneo se tienen que utilizar antes de que pasen 24 horas del ictus.
Un tratamiento válido es la trombectomía mecánica, que consiste en la introducción de un catéter por la arteria femoral a través del cual se hace avanzar un stent hasta la arteria obstruida con el objetivo de capturar el trombo y extraerlo después de la circulación. El coordinador del estudio, Ángel Chamorro, explica que en casi un 80% de los casos se consigue así que la sangre vuelva a circular con normalidad. Sin embargo, al cabo de tres meses el porcentaje de personas que están completamente libres de secuelas es solo del 27%. "Somos mucho más eficaces restableciendo la normalidad de la circulación respecto de la eficacia clínica que observamos", apunta Chamorro. La diferencia de porcentajes señalada evidencia que el tejido del cerebro próximo a la formación del trombo morirá, aunque la sangre vuelva a circular con aparente normalidad. Es decir, el estudio plantea que hay afectación con respecto a la microcirculación cerebral, aunque la arteria principal esté abierta. "Esta microcirculación queda obstruida. Es como si abriéramos una autopista, pero mantuviéramos cerradas las salidas", aclara el doctor.
Cambio de paradigma
Para restablecer la microcirculación, los investigadores del Hospital Clínic plantearon la administración de un fármaco fibrinolítico, que potencia la disolución de los trombos y ayuda a restablecer el flujo sanguíneo después de la realización de la mencionada trombectomía. "Con esta aproximación, tratamos lo que no vemos, pero que sabemos que está", explica el responsable del ensayo, Arturo Renú. Un ensayo en el cual participaron 121 pacientes atendidos en los centros terciarios de ictus en Catalunya y que permitió demostrar que con este tratamiento se aumentan hasta un 59% las posibilidades de que el paciente obtenga una recuperación excelente y sin secuelas tres meses después del procedimiento. "Estamos dando un fármaco que se acostumbraba a dar antes del tratamiento después de realizarlo. Así, primero restablecemos la circulación en la arteria principal y más tarde damos el fármaco, que es eficaz deshaciendo los trombos más pequeños," señala Renú.
Chamorro celebra que el "trabajo supone un cambio de paradigma en el tratamiento de la enfermedad alrededor del mundo". "Pese a las enormes dificultades ocasionadas por la pandemia de la covid, este ensayo clínico ha conseguido unos resultados extraordinarios en el tratamiento del ictus isquémico que cambiarán las guías clínicas respecto a su tratamiento", expresa Renú. Hace falta mencionar que el estudio ha sido coordinado por investigadores del Hospital Clínic y del Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (Idibaps). Así, el doctor Chamorro ha coordinado el estudio, mientras que Renú ha coordinado el ensayo en el hospital. Además, la investigación ha contado con la financiación de La Marató de TV3 del año 2016, dedicada al ictus y las lesiones medulares y cerebrales traumáticas. También han participado todos los hospitales terciarios de Catalunya dedicados a la atención del ictus: los hospitales Clínic, Germans Trias i Pujol, Josep Trueta de Girona, Bellvitge, Sant Pau, Hospital del Mar y Vall d'Hebron.