Un reciente estudio destaca, por primera vez, técnicas que pueden corregir recuerdos falsos sin dañar los recuerdos verdaderos. El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido, y las Universidades de Hagen y Mainz, Alemania.

Hay muchas investigaciones psicológicas que muestran que los recuerdos a menudo se reconstruyen y, por lo tanto, son falibles y maleables. Sin embargo, esta es la primera vez que una investigación ha demostrado que los recuerdos falsos de eventos autobiográficos se pueden deshacer.

Se trata del primer estudio que demuestra que los falsos recuerdos se pueden revertir

Estudiar cómo se crean, identifican y revierten los recuerdos podría cambiar las reglas del juego en entornos policiales y legales, donde los recuerdos falsos presentados como evidencias en un tribunal pueden conducir a condenas erróneas.

Según el doctor Hartmut Blank, coautor de la investigación del Departamento de Psicología de la Universidad de Portsmouth, “creer o incluso recordar algo que nunca sucedió puede tener graves consecuencias. En interrogatorios policiales o procedimientos legales, por ejemplo, puede conducir a confesiones falsas o acusaciones falsas, por lo que sería muy deseable reducir el riesgo de recuerdos falsos en tales entornos. En este estudio, dimos un paso importante en esta dirección al identificar técnicas de entrevista que pueden ayudar a las personas a retractarse de sus falsos recuerdos.

El estudio

Los investigadores reclutaron a 52 participantes para un estudio sobre recuerdos de la infancia y, con la ayuda de los padres, implantaron dos recuerdos negativos falsos que no habían sucedido, pero que eran plausibles. Por ejemplo, perderse, huir o verse involucrado en un accidente automovilístico.

Junto con dos hechos reales, que en realidad habían sucedido, los padres persuadieron a los participantes de que los cuatro eventos eran parte de su memoria autobiográfica.

Luego se pidió a los participantes que recordaran cada evento en múltiples sesiones de entrevistas. En la tercera sesión, la mayoría creía que los eventos falsos habían sucedido y, al igual que en investigaciones anteriores, alrededor del 40 por ciento había desarrollado recuerdos falsos reales de ellos.

Después, los investigadores intentaron deshacer los recuerdos falsos utilizando dos estrategias.

La primera estrategia consistió en recordar a los participantes que los recuerdos no siempre pueden basarse en la propia experiencia de las personas, sino también en otras fuentes, como una fotografía o la narración de un miembro de la familia. Luego se les preguntó sobre la fuente de cada uno de los cuatro eventos.

La segunda estrategia consistió en explicarles que el hecho de que se les pida que recuerden algo repetidamente puede provocar recuerdos falsos. Se les pidió que volvieran a visitar sus recuerdos de eventos con esto en mente.

Los investigadores han hallado dos estrategias diferentes para deshacer los recuerdos falsos

El resultado, según el doctor Blank, fue que “al sensibilizar a los participantes sobre la posibilidad de recuerdos falsos, instándolos a reflexionar críticamente sobre sus recuerdos y fortaleciendo su confianza en su propia perspectiva, pudimos reducir significativamente sus recuerdos falsos. Además, y lo que es más importante, esto no afectó su capacidad para recordar hechos reales”.

“Diseñamos nuestras técnicas para que puedan aplicarse principalmente en situaciones del mundo real. Al capacitar a las personas para que se mantengan más cerca de su propia verdad, en lugar de confiar en otras fuentes, demostramos que podemos ayudarlas a darse cuenta de lo que podría ser falso o mal recordado. Algo que podría ser muy beneficioso en entornos forenses”, ha declarado Blank.