Se calcula que alrededor del 10% de la población masculina puede sufrir alguna vez en su vida episodios de eyaculación con dolor, un trastorno que puede variar en intensidad, desde unas leves molestias a un dolor muy intenso y que puede alterar de forma importante la vida sexual de una persona.
Se pueden ver afectados no solo el pene, sino también los testículos, la vejiga y el ano. En ocasiones duele únicamente en el momento de la eyaculación o se puede extender hasta 24 horas más tarde. Puede haber varias causas, aunque la más común es la prostatitis, que se produce cuando se inflama la glándula prostática, bien sea por un crecimiento de la misma o por una infección que llega a causar también dolor abdominal.
También la ingesta de determinados fármacos uede provocar dolor a la hora de eyacular. Es el caso de determinados antidepresivos como los inhibidores de la recaptación de serotonina. El 40% de los pacientes en tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y antipsicóticos presentan disminución de la libido en un 40% y alteraciones de las eyaculaciones en un 50%, como demuestra el informe Trastornos de la Eyaculación que además pueden ser la causa de una baja libido.
Otra de las causas, puede ser una cirugía como la prostatectomía radical, que consiste en la extirpación total o parcial de la próstata, que generalmente se lleva a cabo cuando se produce un cáncer de próstata. La cirugía para reparar una hernia inguinal también puede causar una eyaculación dolorosa. Asimismo, al igual que se produce en otras zonas del cuerpo como los conductos biliares, en el conducto eyaculatorio se pueden formar cálculos que bloquean la salida del líquido seminal, lo que causa un dolor que puede llegar a ser muy intenso.
Determinadas neuropatías, como aquellas que se deben a un problema en el nervio de la pelvis o alteraciones en el sistema nervioso –en algunos casos derivadas de enfermedades como la diabetes–, el cáncer de próstata, enfermedades de trasmisión sexual como la tricomoniasis, tratamientos como la radioterapia o problemas de tipo psicológico están también entre las causas de una eyaculación con dolor.
En cualquier caso, se debe siempre acudir al especialista para encontrar el origen y elegir el tratamiento más adecuado. Generalmente se llevan a cabo diferentes pruebas como una evaluación física, un tacto rectal, análisis de orina para detectar una posible infección y medir el índice del antígeno prostático específico, indicador de una posible prostatitis o cáncer de próstata.
El tratamiento dependerá del origen. Cuando se debe a una infección, se trata con antibióticos y antiinflamatorios que ayuden a paliar el dolor. Cuando es provocado por una cirugía, a veces es necesario volver a intervenir o utilizar determinados fármacos. En el caso de que se hayan producido cálculos, se pueden eliminar quirúrgicamente y eliminar por completo el problema y cuando el origen es la toma de determinados fármacos antidepresivos, se pueden encontrar otras alternativas, aunque siempre en un proceso paulatino porque no se deben abandonar de golpe este tipo de medicamentos.
Cuando el origen está en un problema psicológico, la mejor opción es llevar a cabo una terapia específica que lleve al origen emocional de ese dolor y que consiga aliviarlo. Los resultados suelen ser muy positivos, aunque siempre en manos de los especialistas adecuados.