El municipio leridano de Alcarràs, en el Segrià, es el que acoge el número más alto de temporeros de la comarca. A pesar del confinamiento perimetral, la actividad económica no se ha detenido. Son unas fechas vitales para la campaña de la fruta y frenarla en seco podría comportar unas pérdidas sin precedentes. Además, a la pandemia de los últimos meses del coronavirus, en este caso se tiene que sumar la granizada del pasado 16 de junio que estropeó muchas cosechas.
Se ha calculado que entre el 60-100% de la fruta recibió los desastrosos efectos. Por todo ello, el alcalde de Alcarràs, Manel Ezquerra (de Sempre Alcarràs), avisa sobre las consecuencias de fortalecer este confinamiento: "Se debe hacer un llamamiento a las personas más vulnerables pero si nos volvemos a confinar, también la actividad económica, nos vamos a paseo".
¿Hablamos de brote?
El alcalde Ezquerra matiza que la información que el gobierno catalán le da es que hay "un goteo inconexo de positivos pero no un brote". Son conclusiones provisionales y lamenta no poder aportar más información pero no dispone: "Llevamos un mes pidiendo cifras, no sabemos ni cuántos positivos tenemos, ni cuántos se han sumado en los últimos días". Precisamente hoy por la tarde se ha cerrado una reunión con todos los responsables y espera poder conocer mejor el alcance de la pandemia. Sea un brote o un goteo, para Ezquerra el mal ya está hecho: "Alcarràs no para de salir como si fuéramos los que más casos tenemos y realmente todavía no se ha hablado ni de brote. Al final saldremos salpicados".
Para contrastar la información, tan sólo se dispone de un portal oficial dónde se puede configurar, a grandes rasgos, un retrato de la situación. La Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (AQuAS) ha abierto un mapa interactivo para consultar los positivos de cada municipio. Ahora bien, las cifras son acumuladas y por lo tanto no se notifica si el aumento de las últimas horas es considerable. Desde de AQuAS han registrado en este pueblo 187 positivos por coronavirus, 539 sospechosos y una tasa de contagios de 196,55 por cada 10.000 habitantes.
El papel de los temporeros
El aumento de positivos en Lleida se ha relacionado con la llegada de los temporeros. Una conclusión que Ezquerra encuentra muy reduccionista. No se ha estudiado ni se conocen los perfiles de los positivos y está convencido que si se mira la proporción "a modo de ejemplo de 15 casos, 10 son autóctonos y 5 de fuera". ¿Así pues, cuáles son los factores que condicionan este aumento, especialmente en Alcarràs? Diversos y relacionados.
De entrada, es un pueblo dormitorio que con el boom inmobiliario se construyeron muchos pisos que no se llegaron a vender. Ahora, en plena campaña de la fruta, muchos vienen a dormir aquí pero trabajan a fuera. No se empadronan por dos o tres meses: "La mitad están trabajando en explotaciones de fuera", afirma Ezquerra y se pregunta: "Estos brotes se dan en empresas de fuera que no dicen cuáles son".
El alcalde defiende que Alcarràs "no tiene una problemática de calle". Las mismas grandes empresas ya tienen alojamientos en sus instalaciones y "el sector está dolido porque hace años que se profesionalizó". El otro aspecto que puede hacer aumentar los positivos es que en las viviendas habituales de temporeros residentes y empadronados vienen otros familiares, primos y hermanos, puntualmente a trabajar: "En estos núcleos familiares se añaden dos o tres personas más que vienen a dormir pero trabajan en pueblos de los alrededores". La población inmigrante representa al 38% de los autóctonos y estos ya siguieron las medidas y el confinamiento adecuados de los últimos meses.
Por todo ello, lo que reclama es un control que se tendría que haber producido mucho antes: "Se tendría que haber planificado una estructura de gobierno con más vigilancia telefónica y mediadores". Alcarràs tiene 9.514 habitantes, según el censo oficial del 2019, y con la llegada del tiempo de las cosechas, se suman "unos 5.000 nuevos". Ezquerra explica que esta vigilancia epidemiológica se detuvo al principio de junio, sin conocer los motivos exactos, y justo coincidió con la llegada más fuerte de los trabajadores de fuera: "La campaña es una curva que empieza en abril, ahora estamos en el pico más alto y posteriormente irá decreciendo hasta el mes de septiembre".
Reclama tests rápidos
Ezquerra no considera que su ayuntamiento "esté solo" pero sí falta dimensionar la estructura: "Hemos tenido cuatro meses para prepararlo y encontramos que faltan policías, sanitarios y más controles". El alcalde considera que una buena medida es que todos los que vinieran puntualmente a trabajar se los hiciera un test rápido: "Siempre se ha dicho que no son del todo fiables pero era una manera de protocolarizar las cosas y seguir unas normas".
Dos meses atrás, el alcalde ya se preguntaba a través de una publicación en Facebook dónde estaban estos tests y pedía unidad entre gobiernos: "La sorpresa es descubrir cómo en una nota de prensa del Ministerio de Sanidad, han entregado 794.129 tests rápidos a Catalunya y en otra nota explica que sólo llevamos realizados 17.782 tests, una tasa de 2'34 por cada 1.000 habitantes". Y añadía: "Sabemos que estos tests no son exactos al 100% y sabemos que su fiabilidad no demuestra si has pasado el Covid-19, pero sí aumenta esta fiabilidad si en el momento de realizarla estás contagiado o desarrollando la enfermedad".
Alcarràs recibe trabajadores de 63 nacionalidades diferentes. La mayoría son de Rumania, seguidos de Marruecos y Senegal. También hay procedentes de República de Guinea, Guinea-Bisáu y Gambia. Además, todas las pruebas que ahora se realizan se hacen desde el CAP de Alcarràs, donde se han suspendido las visitas y todo se ha vuelto a preparar para el coronavirus. De hecho, los habitantes de otras poblaciones como Soses y Torres de Segre vienen hasta aquí para hacerse la prueba del PCR. Lo que pueda pasar en las próximas horas será básico para determinar el protocolo a seguir.