Las fantasías sexuales son consustanciales a las personas de todas las condiciones. A lo largo de la vida es normal fantasear con situaciones o personas que nos causan excitación y que nos llevan a querer satisfacer nuestros deseos más eróticos.
Aunque existe todavía un cierto reparo en confesar con las personas con las que practicamos el sexo cuáles son esos pensamientos que nos vienen a la cabeza, lo cierto es que cuanto más se hable del tema, más nos ayudará a sentirnos más satisfechos y a disfrutar más de la sexualidad con el otro.
Estas son cinco de las fantasías más comunes:
Tener sexo en lugares públicos
Bien sea en una playa, un parque, una terraza o en lo alto de una montaña. A muchas parejas les excita sobremanera tener sexo en un lugar donde existe la posibilidad de que sean descubiertos y observados. Por un lado hay sensación de novedad, de aventura y de enfrentarse a situaciones desconocidas que pueden generar una excitante descarga de adrenalina.
Tríos y orgías
Soñar con tener una relación sexual con más de uno es bastante frecuente en algunas etapas de la vida. Los tríos, las orgías y demás despiertan un gran interés, sobre todo por el aspecto sensorial que acarrean, al producirse más sensaciones relacionadas con la vista, el tacto, los olores o los sonidos.
Cuckolding
Consiste en que uno de los miembros de la pareja tenga relaciones sexuales con una tercera persona, mientras la otra parte de la pareja asiste, bien sea presente o escondida. En ocasiones forma parte del tipo de prácticas que llevan a cabo las parejas con relaciones abiertas, pero también constituye una fantasía muy habitual aunque no se lleve a cabo.
La sumisión
La idea de ser sexualmente sumiso puede ser excitante para algunas personas, incluso aquellas que tienen una personalidad dominadora. En estos casos, es muy típica la fantasía del juego de roles, en el que cada uno adapta un papel y actúan como tales. En situaciones más extremas se encuentra el sadismo y el masoquismo (S&M) y la esclavitud, la disciplina, el dominio y la sumisión (BDSM), que constituyen un intercambio de poder consensuado en una situación sexual.
Para algunos, el empleo del dolor mediante técnicas como los azotes, los látigos o los juegos eléctricos son muy excitantes, aunque en estos casos debe ser completamente consensuado y establecer unos límites muy claros porque podrían llegar a derivar en situaciones muy peligrosas.
Cambio de género
Cuando los miembros de la pareja deciden cambiar sus géneros e interpretan el papel contrario en una relación, bien sea intercambiando posturas que suelen estar asumidas por los hombres o las mujeres tradicionalmente o incluso practicando la penetración mediante dildos u otros artilugios sexuales.