Los Estados Unidos viven actualmente una crisis de salud pública de dimensiones astronómicas. La cifra de muertos por sobredosis de drogas se ha multiplicado en los últimos años, rondando ya las 100.000 defunciones anuales, un incremento que se ha visto impulsado principalmente por la llegada masiva de fentanilo. Este potente narcótico se ha esparcido por todo el país, convirtiendo a los millones de usuarios en auténticos zombis. Las preocupantes imágenes circulan día sí, día también, por las redes sociales, y ahora preocupa que esta droga pueda atravesar el océano Atlántico y establecerse en nuestra casa.
En 2023, la tasa de muertes por sobredosis superó por primera vez las 112.000 en un periodo de 12 meses, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) January 7, 2024
El fentanilo llega a EEUU enviado principalmente desde China.pic.twitter.com/b8gQZUEXbO
Ahora bien, según los expertos, no hay motivo de preocupación: España no sufrirá una crisis de salud pública por el fentanilo, como sí que pasa en los EE.UU. desde hace años. En un detallado informe financiado por Ministerio de Sanidad, en el cual han participado varios investigadores de renombre, se subraya que no se pronostica que esta droga arraigue en España y Catalunya. El motivo, sin embargo, no es precisamente motivo de celebración: si en nuestra casa no se espera que penetre el fentanilo, no es porque seamos más reacios al consumo de opioides, sino precisamente porque ya tenemos la heroína. "Mientras haya heroína, el fentanilo no tendrá mercado ni demanda aquí", ha confirmado al autor del estudio, David Pere Martínez-Oró.
Los motivos por los cuales no llega el fentanilo
No es el único motivo. Hay que destacar también otros motivos por los cuales el fentanilo no llega a España, como por ejemplo el interés que ya suscita el mercado estadounidense, la irrupción de alternativas a Europa, o el control de la comunidad internacional. Según los expertos, los traficantes asiáticos de drogas prefieren vender el fentanilo y sus precursores "a los cárteles mexicanos para abastecer el mercado norteamericano". Además, la prohibición de la China, desde mayo de 2019, de fabricar fentanilo y el hecho de que la comunidad internacional se esfuerce en fiscalizar este producto "han provocado un claro retroceso de la familia del fentanilo en los mercados internacionales de sustancias ilegales". La persistencia de la oferta de heroína procedente del Afganistán, a pesar de la prohibición de este cultivo por parte de los talibanes, el retroceso de los fentanilos y la irrupción de los nitazenos, y la "robusta red española de atención a las adicciones" hacen descartar que en España se pueda producir una situación parecida a la crisis de los Estados Unidos, concluye el estudio.
De hecho, el informe destaca que del millar de muertos por reacción aguda a las drogas registradas el año pasado en España, solo en una veintena se encontraron rastros de fentanilo, lo que parece confirmar que no crece el número de personas muertas por esta sustancia. Por el contrario, el informe fija su atención sobre los nitazenos (drogas de diseño que no están controladas por ninguna ley o convención), que "han desplazado los fentanilos a los mercados internacionales de drogas" en los últimos años. Esta es una familia de los opioides sintéticos, la mayoría de los cuales son legales. "Los nitazenos fueron detectados por primera vez en Europa en 2019 y, desde junio de 2023, especialmente, en el Reino Unido, los Países Bajos y las repúblicas bálticas, pero parecen no representar ninguna amenaza para España, aunque habrá que estar atentos".
El consumo de los 60.000 yonquis en España
En el estudio se describen también las características de los aproximadamente 60.000 consumidores de drogas en España, una población "envejecida, policonsumidora y en situación de exclusión social". "Hemos prestado demasiada atención en el fentanilo, pero es la metanfetamina la sustancia que actualmente representa la principal amenaza en el ámbito de las drogas", alerta. A diferencia de los Estados Unidos, la red española de tratamiento a las drogodependencias cuenta con una amplia oferta de recursos y programas para atender a las personas con problemas de consumo de drogas, especialmente con metadona y también buprenorfina, hecho que supone "un factor de protección".