Los triglicéridos son un tipo de grasa que se encuentra en la sangre que supone un suministro importante de energía para nuestro organismo. Pero su exceso puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Se calcula que aproximadamente el 25% de los adultos tienen niveles elevados de triglicéridos en sangre, es decir, con cifras superiores a 150 mg/dL.

Tras la ingesta de los alimentos, el cuerpo convierte las calorías que no necesita en triglicéridos y las almacena en sus células grasas para usarlas como energía más adelante. Por eso, los niveles altos están relacionados con la obesidad, la diabetes no controlada o con el seguimiento de una dieta muy alta en calorías.

Cuando en unos análisis sanguíneos se constata un elevado índice de triglicéridos hay que seguir las recomendaciones médicas y, en algunos casos, es necesaria una medicación correspondiente. Pero como prevención y acompañamiento al tratamiento, se pueden seguir los siguientes consejos.

Limitar el consumo de azúcar añadido

Si bien el azúcar blanco es fácil de eliminar de la dieta, hay que tener más precaución con los azúcares añadidos a los alimentos, algo muy común en todo tipo de alimentos prefabricados, en los zumos y refrescos y en los alimentos dulces. En este estudio se demuestra que las personas en cuya dieta, al menos un 25% de las calorías provienen del azúcar, tienen el doble de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca.

Incluir más fibra en la dieta

La fibra se encuentra de forma natural en frutas, verduras y cereales integrales. También en otras fuentes vegetales, como nueces, semillas, cereales y legumbres.

El aumento de su ingesta ralentiza la absorción de grasa y azúcar en el intestino delgado, lo que ayuda a disminuir la cantidad de triglicéridos en la sangre.

Cereales fibra

Hacer ejercicio con regularidad

El ejercicio aeróbico puede aumentar la cantidad de colesterol HDL (bueno) en la sangre, lo que ayuda a reducir los niveles de triglicéridos. Cuando se combina con la pérdida de peso, estudios como este demuestran que el ejercicio aeróbico es especialmente efectivo para disminuir los triglicéridos.

Comer pescado graso dos veces por semana

El pescado graso –salmón, atún, sardinas– tiene muchos beneficios para la salud del corazón y puede contribuir a reducir los triglicéridos en sangre, sobre todo si su consumo sustituye al de los hidratos de carbono.  

Establecer un patrón de comidas regular

Independientemente de la cantidad de comidas que ingiera al día, comer con regularidad puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de triglicéridos en sangre.