Una de cada tres mujeres en Europa ha heredado una variante genética –el  receptor de progesterona– que proviene de los neandertales y que podría ser determinante a la hora de tener una mayor fertilidad, menos hemorragias durante el parto prematuro y menos abortos espontáneos. Así ha quedado de manifiesto en un estudio publicado en la revista Molecular Biology and Evolution y que han llevado a cabo investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania y el Instituto Karolinska de Suecia. 

El receptor de progesterona es un ejemplo de cómo las variantes genéticas favorables que se introdujeron en los humanos modernos al mezclarse con neandertales pueden tener efectos en las personas que viven hoy en día, según subrayan los expertos que han participado en la investigación. La progesterona es una hormona, que cumple una función importante en el ciclo menstrual y en el embarazo.

La investigación

Para llevar a cabo el estudio, se han analizado datos de más de 450.000 personas, entre ellas 244,000 mujeres, que han demostrado que casi una de cada tres mujeres en Europa ha heredado el receptor de progesterona de los neandertales. Concretamente, el 29% tiene una copia de ese receptor y el 3% tiene dos copias.

Lo curioso es que la proporción de mujeres que han heredado este gen es aproximadamente diez veces mayor que aquellas que han heredado otras variantes de genes de esta especie. Los análisis moleculares revelaron que estas mujeres producen más receptores de progesterona en sus células, lo que puede llevarles a tener una mayor sensibilidad a la progesterona y protección contra abortos espontáneos y hemorragias tempranas

El descubrimiento es importante. Por lo que se sabe hasta ahora, las causas de infertilidad en una pareja pueden ser muy distintas. Cualquier fallo en los órganos sexuales o en el proceso de fecundación pueden llevar a la esterilidad. Desde las anomalías vaginales, pasando por las del cuello uterino y el útero, ovarios, endometriosis o inflamación de las trompas de Falopio en el caso de las mujeres, hasta los problemas en la calidad del esperma o en la eyaculación en caso de los hombres. Pero existe un número importante de casos, alrededor del 25%, del que no se sabía la causa y que se valoraba que pudiera deberse a causas genéticas.

La herencia genética, en el caso de la reproducción humana, es especialmente relevante. La mayor parte de las células en los tejidos de los organismos vivos proliferan a través de la llamada división celular somática (mitosis), un ciclo mediante el cual una sola célula duplica su información genética (cromosomas) y se divide por igual para crear dos copias de la célula original. En las células germinales, los óvulos y espermatozoides, se produce a través de un tipo especial de división celular llamada meiosis, que tiene lugar en las gónadas. El proceso comienza siendo como una mitosis normal, pero después cambia para crear cuatro células germinales genéticamente diferentes que tienen la mitad del material genético de la célula original.