Tal como ya anunció al principio de semana la comisión de Salud Pública, hoy el Departament de Salut ha confirmado que Catalunya también adaptará la estrategia contra el coronavirus a la nueva realidad de la pandemia. De esta manera, la protección, como ya hace semanas que reclamaban a los expertos, se centrará especialmente en las personas vulnerables: mayores de 60 años que son los que más riesgo tienen de enfermar de manera grave por la covid, los inmunodeprimidos y las personas que trabajan en entornos vulnerables. En cambio, para la población general, la estrategia cambiará radicalmente: las personas que sean positivas en coronavirus y no tengan síntomas no se tendrán que aislar, un giro de 180 grados en la gestión de la enfermedad.
La covid, estabilizada
La secretaría de Salud Pública, Carmen Cabezas y el subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública, Jacobo Mendioroz, han insistido en rueda de prensa que el nuevo contexto epidemiológico permite que se puedan hacer estos cambios. Concretamente, ha hablado de la gran tasa de personas vacunadas por todo Catalunya y con una cobertura importante de la tercera dosis que se seguirá ampliando en las semanas próximas y también gracias a la explosión de contagios que se vivió durante la sexta ola en el país que dejó hasta 1.300.000 contagios; una cifra sin precedente y más que durante todo el resto de la pandemia junta. Además, Cabezas ha querido insistir en que estas medidas se toman un momento donde la covid está controlada con una Rt que baila sobre el 0,9 y una incidencia semanal de 250 casos por 100.000 habitantes de media.
"En este entorno con una variante, la ómicron, que provoca una enfermedad menos grave y una gran parte de la población vacunada, es crucial adaptar el sistema de vigilancia para que el sistema sanitario pueda recuperar la actividad en el control de enfermedades crónicas y la detección de enfermedades graves", ha apuntado Cabezas, que ha aclarado también que se ha trabajado en la estrategia durante las últimas semanas, pero se ha adaptado el borrador a partir de los anuncios de la comisión de Salud Pública. El conseller de Salut, Josep Maria Argimon ha ido insistiendo en esta idea reiteradamente durante las últimas semanas.
Limitar el aislamiento de la población general
Jacobo Mendioroz ha querido reiterar que se han tomado estas medidas porque el contexto epidemiológico lo permite, después de una sexta ola sin impacto directo en los hospitales pero si en la atención primaria. Tal como ha detallado, este cambio de estrategia va dirigido a una serie de elementos, entre los cuales el que tiene un efecto más directo sobre la población es el hecho de "limitar las indicaciones de aislamiento a la población general". Eso supone que las personas no vulnerables positivas y sin síntomas no hará falta que hagan cuarentena y solamente se tendrán que quedar en casa aquellos que tengan síntomas. En cambio, es muy importante, ha dicho, seguir protegiendo a las personas vulnerables "ya que son las que siempre han tenido un riesgo mayor" ante la covid.
Con esta nueva estrategia presentada hoy, las personas positivas tendrán que seguir las siguientes recomendaciones: Permanecer en el domicilio hasta que desaparezcan los síntomas, extremar las medidas de protección individual, reducir todo el posible las interacciones sociales, utilizar mascarillas y evitar especialmente el contacto con personas vulnerables y participar de acontecimiento multitudinarios. En definitiva, la idea es volver a la normalidad del aislamiento y la realización de la baja, ya que las personas con covid podrán ir a trabajar si no tienen síntomas, es decir, si no están enfermas. Con todo, Medioroz ha recordado que el hecho de no tener que confinarse no quiere decir "no tener que tomar medidas de protección".
Situación en las residencias
Aunque en las escuelas no habrá un procedimiento específico para la detección de casos, en los ámbitos vulnerables, como los hospitales y las residencias por personas mayores se seguirán haciendo pruebas diagnósticas, a pesar de que con pequeñas modificaciones. Tal como ha demostrado la sexta ola, a menudo las personas vacunadas sintomáticas dan negativo en el día 0 y por eso se recomendará hacer otro test al día 3. Además, en el caso de los positivos en las residencias se intentará limitar al máximo su aislamiento y se los irá haciendo pruebas diarias hasta que den negativo, con un tiempo máximo de 10 días de cuarentena, "para intentar ser cuidadosos con su salud mental". Por otra parte, los profesionales de ámbitos vulnerables que sean contacto estrecho no se tendrán que aislar, pero se tendrán que hacer una prueba PCR.
Además, Carmen Cabezas ha adelantado que el departamento seguirá la línea del ministerio de Sanidad y actualizará los datos de la covid dos veces por semana, los martes y los viernes, con el fin de adaptarse a la situación epidemiológica de la misma manera que lo están haciendo al resto del Estado. Con todo, eso provocará que los datos dejen de ser comparables con las que se han publicado hasta ahora.