La grasa marrón o parda es un tipo de tejido adiposo que se encuentra en nuestro organismo y que es metabólicamente muy activo. Consume energía para generar calor y cuando se activa con temperaturas frías utiliza el azúcar y la grasa de la sangre para cumplir su función, la termogénesis.
No solo eso. Recientemente, un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos descubrió que también ayuda al cuerpo a filtrar y eliminar los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) de la sangre. Los BCAA (leucina, isoleucina y valina) se encuentran en alimentos como huevos, carne, pescado, pollo y leche, pero también en suplementos utilizados por algunos atletas y personas que desean desarrollar masa muscular.
En concentraciones normales en la sangre, estos aminoácidos son esenciales para una buena salud. En cantidades excesivas, están relacionados con la diabetes y la obesidad. Pues bien, las personas con poca o ninguna grasa marrón tienen una capacidad reducida para eliminar los BCAA de su sangre, y eso puede conducir al desarrollo de obesidad y diabetes.
Por lo tanto, su relación con estas patologías es muy importante. Ahora, otro equipo de investigación internacional ha descubierto cómo activar la grasa marrón en las personas, lo que puede llevar a desarrollar nuevos tratamientos. El estudio, desarrollado en el Centre de Recherche du Centre Hospitalier Universitaire de Sherbrooke (CRCHUS) y el Centro de la Fundación Novo Nordisk para la Investigación Metabólica Básica (CBMR) de la Universidad de Copenhague, se ha publicado en la revista Cell Metabolism.
Los seres humanos tienen pequeños depósitos de grasa marrón y los científicos han planteado durante mucho tiempo la hipótesis de que encontrar formas alternativas de activar farmacológicamente la grasa podría ayudar a mejorar el metabolismo. Pues bien, ahora han descubierto que unas proteínas de la membrana, los receptores beta2-adrenérgicos (b2-AR), son responsables de estimular la termogénesis. Hasta ahora, los ensayos clínicos que se habían realizado habían sido infructuosos porque no habían logrado activar esta parte concreta del tejido, entre otras razones porque las pruebas se habían hecho con roedores, donde el sistema de activación es distinto.
Los expertos creen que se trata de un descubrimiento de gran importancia científica, porque tiene claras aplicaciones terapéuticas. “La activación de la grasa marrón quema calorías, mejora la sensibilidad a la insulina e incluso afecta la regulación del apetito. Nuestros datos revelan una clave previamente desconocida para desbloquear estas funciones en humanos, lo que potencialmente sería de gran beneficio para las personas que viven con obesidad o diabetes tipo 2”, aseguran.
El próximo mes de otoño comenzará una segunda fase de investigación, que intentará validar el hallazgo activando la grasa parda con medicamentos que se dirigen a los receptores b2-AR. El objetivo es usar un medicamento que active específicamente ese objetivo en la grasa marrón y determinar cuándo podría ser útil para quemar grasa y calorías en humanos. Una vez hecho esto, los estudios en pacientes con diabetes tipo 2 comenzarán a determinar si este enfoque puede ser adecuado para mejorar el control metabólico de las enfermedades como la diabetes o la obesidad.