La estrategia covid 0 no ha funcionado en China más de dos años más tarde del estallido de la pandemia con rebrotes nunca no vistos en el país. Eso ha provocado que en Shanghái, la ciudad más poblada del país con 24 millones de habitantes, haya empezado un confinamiento escalonado en dos fases que se prolongará hasta el 5 de abril para hacer frente a esta situación, la peor que se ha visto en la ciudad desde el principio de la pandemia. A pesar de haberse dividido en dos periodos, se trata del confinamiento mayor de la población en un núcleo urbano desde el comienzo de la crisis y se espera que este paro forzado también repercuta tanto en la economía china como en la internacional, por su estatus de centro financiero y logístico. Además, sin embargo, como no podía ser de otra manera, este confinamiento ha puesto en alerta en todos los ciudadanos que han acudido en masa a los supermercados con miedo que se queden desabastecidos y se han vivido escenas de auténtica violencia.
Estas compras compulsivas han generado aglomeraciones, empuje y golpes en las colas de supermercados, donde los habitantes de Shanghái han llenado sus carros hasta arriba, por miedo que se acaben los alimentos. Estas escenas recuerdan a las que se vivieron al principio de marzo del 2020 en el Estado, cuando poco antes de la declaración del estado de alarma, los españoles "saquearon" los establecimientos y dejaron vacías las estanterías, primero de papel higiénico y después el furor se extendió a otros productos como la harina o la levadura para hacer pan, una de las actividades preferidas para muchos durante el confinamiento. Ahora, con la crisis de Ucrania se ha visto el mismo fenómeno con el aceite de girasol y de otros productos que lo tienen entre sus ingredientes.
Los habitantes de Shanghái fueron avisados con muy poco tiempo del confinamiento, hecho que provocó estas colas en los supermercados y las compras compulsivas. Los vídeos colgantes en redes sociales locales como la plataforma Douyin, la versión china de TikTok, se hicieron virales, mostrando colas en las entradas de los supermercados y estantes vacíos, también estas peleas|riñas para hacerse con los alimentos más deseados.
El peligro de los asintomáticos
El confinamiento fue anunciado el domingo, pero ha empezado este lunes. El rebrote dejaba esta mañana 416 casos sintomáticos y más de 14.000 asintomáticos, de manera que las autoridades organizarán campañas masivas de pruebas PCR en los distritos confinados para detectar nuevos contagios. Hace falta decir que el elevado número de asintomáticos detectados en los últimos días han dificultado las habituales tareas de rastreo y cuarentena. De acuerdo con la política vigente de "cero covid dinámico", todos los contagiados y sus contactos estrechos tienen que aislarse en hospitales o centros habilitados, cosa que añade presión al sistema hospitalario local. Espacios públicos como el enorme centro de convenciones construido para la Exposición Universal de Shanghái del 2010 han sido transformados en centros de cuarentena provisionales.
El confinamiento se llevará a cabo en dos partes. En los distritos que quedan en el este del río Huangpu, que divide la ciudad, el confinamiento empezó ayer lunes y se alargará hasta el viernes, 1 de abril. Entonces está cuando empiece la reclusión en casa por los habitantes de los distritos en el oeste del río, hasta el 5 de abril. Durante esta cuarentena, que nos hace revivir a los fantasmas de tiempos pasados, los residentes tendrán que permanecer en sus hogares y, además, el transporte público así como los taxis quedarán suspendidos. Además, se ha ordenado a las empresas que implanten el teletrabajo por sus empleados, excepto los casos de las compañías que garantizan la vida y la operación de la ciudad, como las del sector energético o del suministro de alimentos.