Si tu hijo se despierta gritando y llorando en mitad de la noche sin explicación aparente, es posible que esté experimentando terrores nocturnos. Aunque estos episodios pueden ser alarmantes para los padres, es importante saber que son un fenómeno relativamente poco común y, en la mayoría de los casos, transitorio. Para saber más, hemos hablado con la doctora Grisel Vilagrasa, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitari Dexeus.
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son una parasomnia, es decir, una alteración del sueño que provoca episodios de miedo intenso durante la fase más profunda del descanso. Se presentan con mayor frecuencia en niños de entre 3 y 7 años, aunque su prevalencia en la población infantil es baja.
Según la doctora Vilagrasa, los terrores nocturnos no deben confundirse con las pesadillas, ya que en estos episodios los niños pueden gritar, llorar y mostrar una gran agitación sin despertarse completamente. Aunque puedan parecer conscientes, en realidad están profundamente dormidos y no recuerdan el episodio al día siguiente.
Síntomas de los terrores nocturnos
Los principales síntomas de estos episodios incluyen:
- Gritos y llantos repentinos durante la noche.
- Movimientos bruscos y signos de agitación.
- Ojos abiertos y expresión de miedo, pero sin reconocer a los padres.
- Dificultad para despertar al niño o consolarlo.
Además, suelen ocurrir en la primera mitad de la noche, indica la doctora.
Causas de los terrores nocturnos
Aunque no existe una causa única para los terrores nocturnos, la experta del Hospital Universitari Dexeus explica que hay diversos factores que pueden predisponer a los niños a sufrirlos:
- Factores genéticos.
- Estimulación excesiva antes de dormir, como el uso de pantallas móviles, tablets o televisión.
- Consumo de alimentos estimulantes antes del sueño, como chocolate o cafeína.
- Estados febriles o enfermedades recientes.
- Estrés o alteraciones en la rutina del sueño.
Es importante destacar que los terrores nocturnos no afectan el desarrollo psicomotor del niño ni están relacionados con problemas psicológicos graves.
¿Cómo manejar los terrores nocturnos?
Si tu hijo sufre terrores nocturnos, estos consejos pueden ayudar a manejarlos de forma adecuada:
- No despertar al niño: Intentar despertarlo puede prolongar el episodio o causar más confusión.
- Garantizar su seguridad: Asegurar que no haya objetos peligrosos cerca, ya que pueden realizar movimientos bruscos involuntarios.
- Establecer una rutina de sueño: Acostar y despertar al niño a la misma hora todos los días ayuda a reducir la frecuencia de los episodios.
- Reducir estímulos antes de dormir: Evitar pantallas, ruidos fuertes y alimentos estimulantes en las horas previas al descanso.
- Supervisar la situación: Aunque suelen ser episodios transitorios, si persisten o preocupan, es recomendable acudir al pediatra.
La buena noticia es que los terrores nocturnos desaparecen con el tiempo. Sin embargo, si los episodios se vuelven muy frecuentes o afectan la calidad de vida del niño y su familia, es importante consultar con un especialista para evaluar otras estrategias o posibles tratamientos.
Para más información sobre el sueño infantil y su manejo, puedes visitar la sección web Quirónsalud Escuela de Família.