Es una pregunta que lleva años haciéndose la comunidad científica: ¿la homosexualidad tiene un origen genético? ¿Influyen también otro tipo de factores, como la exposición a determinadas sustancias durante el crecimiento embrionario –cuestión que ha derivado en diferentes estudios científicos– u otros más de tipo social o cultural?
Sin duda es un debate de gran calado cuyo interés queda demostrado tras la publicación de un estudio de amplio espectro que ha aparecido en la revista Science y que se da a conocer tras haber analizado a más de 500.000 personas del Reino Unido, Estados Unidos y Suecia.
Para llevarlo a cabo ha participado un equipo multidisciplinar de expertos provenientes de instituciones prestigiosas como el Insituto Tecnológico de Massachussets (MIT), el Hospital General de Massachusetts, la Escuela de Medicina de Harvard, el Instituto Karolinska de Suecia y las Universidades de Cambridge, Amsterdam, Copenhague y Chicago.
Se trata de la investigación más amplia sobre esta cuestión realizada hasta la fecha y su conclusión es que no existe un único gen que determine la orientación sexual de una persona, pero esta sí puede estar influida por un conjunto de ellos, siendo difícil determinar en qué porcentaje exacto.
Para llevar a cabo el estudio, se analizaron miles de fragmentos de ADN o marcadores genéticos que podrían estar relacionados con la orientación sexual de una persona. Pero encontraron que solo cinco lo estaban de forma significativa, aunque con un efecto muy pequeño sobre la conducta sexual.
La investigación apunta a que el contexto en el que crece una persona puede desempeñar también un papel en la configuración del comportamiento sexual, en lo que respecta a cuestiones como el desarrollo, o factores más sociales y culturales. Pero también subrayan que el hecho de que tenga un componente ambiental no significa que sea una elección.
El estudio comienza explicando que diversos trabajos realizados con gemelos y otros estudios que analizaban la transmisión hereditaria de la orientación sexual de las personas, daban validez a la posibilidad de que la genética tuviera una influencia en el comportamiento sexual. Esto ha llevado a la comunidad científica a buscar algún tipo de gen que determinara esta condición, pero hasta ahora no se había realizado una búsqueda exhaustiva de los genes involucrados en este asunto.
En este sentido, el trabajo desarrollado es muy interesante porque se ha logrado identificar múltiples marcadores genéticos implicados en el comportamiento sexual entre personas del mismo sexo, lo que ha puesto de manifiesto la complejidad de la sexualidad humana.
Los responsables del estudio han difundido este estudio tras ponerse en contacto con diferentes organizaciones LGTBI y han creado una serie de materiales multimedia de carácter científicos donde aparecen los detalles de la investigación. Todos ellos se pueden descargar pinchando en este enlace.