La grelina es una hormona producida principalmente en el estómago, aunque también la pueden segregar otros órganos como las glándulas cerebrales, el corazón o el hígado. Se le denomina como la hormona del hambre y viaja hasta el cerebro a través de la sangre regulando el apetito.
Si se eleva su producción, se tienen más ganas de comer y se almacena más grasa. Además, afecta al ciclo de sueño-vigilia, al comportamiento de búsqueda de recompensas, la sensación del gusto y el metabolismo de los carbohidratos. Los estudios apuntan a que en el pasado jugó un papel esencial en la supervivencia humana al ayudar a las personas a mantener un nivel saludable de grasa corporal.
¿Qué causa el aumento de la grelina? Los niveles de grelina generalmente aumentan antes de una comida, cuando el estómago está vacío. Luego disminuyen poco después, cuando nos llenamos. Es fácil pensar que las personas obesas tienen niveles más altos de grelina, pero a veces lo que ocurre es que son más sensibles a sus efectos.
La subida de los niveles de grelina se produce antes de comer
Ahora, un nuevo estudio ha determinado que además de estimular el apetito, los niveles más altos de grelina predicen una mayor preferencia por las recompensas monetarias inmediatas más pequeñas que las recompensas financieras tardías aunque sean más cuantiosas. Los resultados del estudio se han presentado en ENDO 2021, la reunión anual de la Endocrine Society.
Esta investigación presenta una evidencia novedosa, pues relaciona la grelina con la toma de decisiones monetarias. La investigación ha sido llevada a cabo por el el Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard y concluye que los resultados vienen a confirmar otros hallazgos de investigaciones recientes en roedores que sugirieron que la grelina puede desempeñar un papel en las elecciones y comportamientos impulsivos.
“Nuestros resultados indican que la grelina podría desempeñar un papel más amplio de lo que se reconocía anteriormente en el comportamiento humano relacionado con la recompensa y la toma de decisiones, como las opciones monetarias”, aseguran los autores del estudio. “Es de esperar que esto inspire futuras investigaciones sobre su papel en la percepción y el comportamiento humanos independientes de los alimentos”.
La investigación
El estudio se llevó a cabo con 84 mujeres participantes de 10 a 22 años: 50 con un trastorno alimentario de bajo peso, como anorexia nerviosa, y 34 participantes sanos de control. El equipo de investigación evaluó los niveles sanguíneos de grelina total antes y después de una comida estandarizada que fue la misma para todos los participantes, que habían ayunado previamente.
Después de la comida, los participantes tuvieron que realizar una prueba de decisiones financieras hipotéticas, llamada tarea de descuento por demora. Se les pidió que hicieran una serie de elecciones para indicar su preferencia por una recompensa monetaria inmediata más pequeña o una mayor cantidad de dinero más tardía. Las niñas sanas y las mujeres jóvenes con niveles más altos de grelina eran más propensas a elegir la recompensa monetaria inmediata pero menor en lugar de esperar una mayor cantidad de dinero. Esta preferencia indica elecciones más impulsivas.
El incremento en la grelina provoca una preferencia por la recompensa monetaria inmediata
La relación entre el nivel de grelina y las opciones monetarias no se produjo en los participantes de la misma edad con un trastorno alimentario. Se sabe que las personas con anorexia tienen resistencia a la grelina, lo que puede ser otro indicador de una desconexión entre la señalización y el comportamiento de la grelina en esta población.