El Ministerio de Sanidad ha identificado 13 medicamentos que están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar ludopatía. Esta conclusión se basa en una revisión reciente del Sistema Español de Farmacovigilancia, que ha analizado datos de la última década. El sistema ha detectado que 13 fármacos, la mayoría de ellos indicados para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y algunos medicamentos para trastornos psiquiátricos, activan los circuitos de recompensa debido a su interacción con los receptores de dopamina en el cerebro. La ludopatía, también conocida como juego patológico o adicción al juego, es un trastorno psicológico caracterizado por la incapacidad de controlar o detener la conducta del juego a pesar de las negativas consecuencias que tiene en la vida de las personas. También es reconocida como un trastorno de salud mental por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Medicamentos más relevantes
Entre los medicamentos citados se incluyen el Aripiprazol (20 notificaciones), utilizado para la esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos; el Pramipexol (15 notificaciones), indicado para el Parkinson; la Carbidopa y la Levodopa (3 notificaciones), combinación utilizada en el tratamiento del Parkinson; la Entacapona (2 notificaciones), también para el Parkinson, así como la Rotigotina (2 notificaciones) y la Opicapona (2 notificaciones). El riesgo de desarrollar trastornos del juego ya era conocido para casi todos estos medicamentos, excepto para la Opicapona, que es el descubrimiento más reciente. "Pero es la primera vez que en un informe se constata desde el sistema sanitario el impacto de este efecto adverso", explica a El País Gabriela Elizondo, autora principal de la investigación y jefa del Servicio de Ordenación e Inspecciones Sanitarias y de Farmacia.
Todos ellos están asociados con un impacto en los receptores de dopamina, lo que activa los circuitos de recompensa del cerebro y puede desencadenar trastornos del control de impulsos, como la ludopatía, pero también otros trastornos como las compras compulsivas por internet, problemas con la comida o conductas sexuales impulsivas. Las personas con ludopatía experimentan una necesidad incontrolable de jugar y apostar, normalmente con dinero, poniendo en riesgo su salud financiera y emocional. Este problema es relativamente frecuente entre los pacientes con Parkinson, y afecta al 15% y al 30% de los pacientes que toman estos fármacos.
Estudio del Centro de Farmacovigilancia de Navarra
El estudio ha sido elaborado por el Centro de Farmacovigilancia de Navarra, que inició el seguimiento después de recibir dos notificaciones sobre un medicamento, la Opicapona. Según Gabriela Elizondo, "eran dos casos de adicción al juego asociado a este antiparkinsoniano, que no detalla en su ficha técnica esta reacción adversa, aunque en el apartado de advertencias y precauciones se recomienda controlar regularmente al paciente para detectar la aparición de trastornos del control de los impulsos". El trabajo analizó todas las notificaciones de profesionales sanitarios y pacientes recibidos por el Sistema de Farmacovigilancia, entre enero de 2014 y agosto de 2024, de personas que habían desarrollado una adicción al juego o habían recaído en ella. Según El País, los datos revelaron que habían sido 52 personas, el 88% hombres con una edad media de 46,5 años, destacando el caso de un adolescente de 14, y el de mayor edad, un hombre de 77 años.
Aunque son mayoría los medicamentos indicados para el Parkinson los que provocan este riesgo de desarrollar este trastorno del control de los impulsos, otros medicamentos psiquiátricos también pueden desarrollarlo, como es el caso del Aripiprazol, un fármaco que se utiliza para el tratamiento de la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Un estudio de la Comisión de Medicamentos de la Asociación Médica Alemana publicó informes que relacionaban este medicamento con el riesgo de ludopatía y otros trastornos del control de los impulsos asociados a este fármaco neuroléptico. El informe alemán enumera como efectos secundarios la ludopatía, el trastorno del control de los impulsos, la compulsión por la comida, el comportamiento de compra compulsiva o la hipersexualidad. El Aripiprazol es el medicamento con más notificaciones en el estudio del Centro de Farmacovigilancia, con un total de 20 notificaciones.