La aparición de la variante del coronavirus ómicron ha provocado especulación, nervios y desazón por como podría de resistente ser contra las vacunas. Todas las vacunas disponibles actualmente (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen) funcionan entrenando el sistema inmunitario contra la proteína S o spike, la clave que utiliza para infectar células.
Según destaca el diario The Guardian, ómicron tiene más de 30 mutaciones en esta proteína, incluyendo 10 justo el llamado "dominio de unión en el receptor", la parte específica que se adhiere al receptor. La delta, según parece, tiene dos mutaciones.
A pesar de todo, se cree que incluso con estos cambios todavía habrá áreas –es decir, epítopos– donde los anticuerpos y las células T, que crecen en respuesta a una infección o vacunación previa, podrían responder.
"Si garabateas las mutaciones en una imagen de la estructura cristalina de la proteína S y las relacionadas con todas las principales actividades de anticuerpos que conocemos, se verá un poco aterrador, como si la mayoría de tus objetivos clave de anticuerpos neutralizadores fueran disparados a trozos, entonces, ¿qué quedará de su protección inmunológica?", se ha preguntado Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College de Londres, en el The Guardian.
Una pregunta a la cual él mismo da respuesta y tranquiliza: "Y, sin embargo, las aportaciones que estamos recibiendo de Sudáfrica parecen estar diciendo que no parece grave, y las personas que van al hospital son las no vacunadas, en lugar de las vacunadas, como si la vacunación todavía les estuviera dando cobertura".
Después existen las células T, células inmunes que reconocen y atacan las células infectadas por virus y educan las células B productoras de anticuerpos sobre el riesgo viral a que se enfrentan, según destaca el mismo rotativo. "Todos pensamos que las células T pueden ver las diferencias (entre variantes), y que el repertorio de células T es mucho más impermeable a ellas, por lo cual eso también podría brindarle un poco de protección", ha expuesto Altmann.
¿Qué protección "real" tienen las vacunas?
La pregunta que uno podría hacerse es, ¿cuánta protección? Sabemos que las personas que han recibido la pauta completa pueden infectarse con la variante delta, y lo hacen, aunque las posibilidades que eso pase son aproximadamente tres veces menores que si no hubieran sido vacunadas. Más importante todavía, las personas vacunadas tienen aproximadamente nueve veces menos probabilidades de morir si se infectan.
Aunque parece que la infección con ómicron todavía es más probable, el profesor Paul Morgan, inmunólogo de la Universidad de Cardiff, ha constatado también en el mismo diario que "creo que el resultado más probable es un debilitamiento en lugar de una pérdida completa (de la inmunidad)".
"No es posible que el virus pierda a todos y cada uno de los epítopos de su superficie, porque si lo hiciera, esta proteína S no funcionaría más. Para tanto, aunque algunos de los anticuerpos y clones de células T elaborados contra versiones anteriores del virus o contra las vacunas pueden no ser efectivos, habrá otros que seguirán siendo efectivos".
A pesar de todo, todavía habrá que esperar para saber cuál podría ser la afectación real sobre las vacunas de esta nueva variante ómicron y qué evolución podría tener. Varios expertos señalan que todavía es pronto para extraer conclusiones.