La decisión adoptada por el Govern el martes por la noche de cerrar las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès desde hoy hasta el 6 de enero ha causado indignación y rabia entre los alcaldes y el sector de la hostelería. Hay una demanda común de ayudas directas a los afectados así como que estas comarcas sean preferentes en la campaña de vacunación.

El alcalde de Ripoll, Jordi Munell, en declaraciones a RAC1 ha explicado cómo el Govern le avisó del cierre tres cuartos de hora antes de que se hiciera público. Munell no esconde su sorpresa por la contundencia de la medida y el hecho de que se tomara dos días antes de Navidad. Ante esta situación, ha reclamado medidas igual de contundentes para contrarrestar los efectos negativos que tendrá en la economía del territorio, que vive del turismo y la producción alimentaría.

El sector de la restauración reclama ayudas directas y urgentes ante el cierre perimetral / ACN

Demasiado tarde

El alcalde de Bellver de Cerdanya, Xavier Porta, coincide con Munell en que las medidas para controlar la pandemia, tanto en la Cerdanya como en el Ripollès se han tomado demasiado tarde y "ahora se han anunciado de un día para otro". Así, el alcalde de Ripoll ha pedido que las dos comarcas sean prioritarias en el plan de vacunación, "que se pongan medidas para que seamos las primeras comarcas en tener inmunidad".

Porta, por su parte, ha hecho un llamamiento a los no residentes del municipio para que vuelvan a su lugar de origen: "El sistema sanitario no está preparado para lo que pueda pasar."

Por su parte, el alcalde de Llívia, Elies Nova, ha criticado con contundencia cómo se ha tomado la medida y cómo se ha comunicado a los alcaldes. Nova considera que habrá establecimientos que no podrán abrir nunca más y alerta de las consecuencias sociales del cierre perimetral.

"Las neveras llenas"

La indignación también está presente entre el sector turístico de las dos comarcas. El presidente de la Asociación de Hostelería del Ripollès, Fran Barroso, ha lamentado en declaraciones a la ACN que la decisión se haya tomado cuando faltan dos días para Navidad y en un momento en que había un 90% de reservas por término medio después de la apertura de hace una semana de las pistas de esquí.

Barroso ha denunciado que el cierre los ha pillado con las "neveras llenas" y ha reclamado ayudas directas para el sector ante las "pérdidas millonarias" que sufrirán. Estas restricciones, según su opinión, pueden ser la "estocada definitiva" para muchos negocios. Recuerda que el sector representa el 60% del PIB de la comarca y pide que se les tenga en cuenta.