En los últimos años, los ejercicios de alta intensidad por intervalos o HIIT (High Intensity Interval Training, por sus siglas en inglés) se han configurado como una forma de hacer ejercicio con múltiples beneficios para la salud y muy cómodos de realizar, puesto que se requieren pocos minutos y se pueden hacer en casa.
Consisten en alternar períodos cortos de tiempo de ejercicio de alta intensidad con períodos de recuperación o ejercicio ligero. Fueron creados por Martin Gibala, de la Universidad McMaster, de Canadá, e Izumi Tabata, de la Universidad Ritsumeikan de Tokio y a día de hoy, cuenta ya con más 200 estudios científicos que demuestran su eficacia.
Con 4 minutos de alta intensidad durante 15 semanas se quema 9 veces más grasa que en 30 minutos de entrenamiento convencional durante 20 semanas. Los beneficios probados son el aumento de la capacidad aeróbica, el aumento del metabolismo de la grasa, mejora de la sensibilidad a la insulina y de los índices del colesterol en el cuerpo. Y tan solo dedicando siete minutos al día.
Pero ahora, una nueva investigación llevada a cabo precisamente en la Universidad McMaster ha descubierto que también son útiles para mejorar la memoria en las personas mayores. El estudio, publicado en la revista Applied Physiology, Nutrition and Metabolism, tiene implicaciones para el tratamiento de la demencia, una enfermedad que se espera que aumente de forma drásticamente en la próxima década. Según los expertos, las personas que se ejercitaron con intervalos cortos de actividad física mejoraron hasta un 30% en el rendimiento de su memoria.
La investigación
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores reclutaron a adultos sedentarios, pero sanos, de entre 60 y 88 años que fueron monitorizados durante un período de 12 semanas y participaron en tres sesiones por semana. Algunos realizaron entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) o entrenamiento continuo de intensidad moderada (MICT) mientras que un grupo de control separado solo se dedicaba al estiramiento.
El protocolo HIIT incluyó cuatro series de ejercicio de alta intensidad en una cinta durante cuatro minutos, seguido de un período de recuperación. El protocolo MICT incluyó un conjunto de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada durante casi 50 minutos. Para comprobar la mejora en la memoria se utilizó una prueba específica que aprovecha la función de las neuronas recién nacidas generadas por el ejercicio, que son más activas que las maduras y son ideales para formar nuevas conexiones y crear nuevos recuerdos. Descubrieron que los adultos del grupo que hizo los ejercicios HIIT aumentaron sustancialmente su capacidad de memoria en comparación con el MICT o los grupos de control.
Además, han podido demostrar que las mejoras en la condición física de estas personas al realizar estos ejercicios se correlacionaban directamente con la mejora en el rendimiento de la memoria. Eso sí, advierten de que es importante adaptar el ejercicio a las necesidades de cada persona. En este sentido, piden incluir este tipo de ejercicios en las pautas médicas para la prevención de la demencia, porque a día de hoy no forman parte de las mismas y en ellas se indica únicamente la práctica de ejercicio de forma general.