En los últimos años se han logrado avances importantes en la lucha contra el cáncer a través de la inmunoterapia. Este tipo de tratamiento ayuda al sistema inmunitario a combatir la enfermedad con sustancias producidas por organismos vivos, que estimulan la respuesta del propio sistema inmunológico con menos agresividad y toxicidad que otros tratamientos habituales, como la quimio o la radioterapia.
En todo el mundo se están llevando a cabo investigaciones a este respecto y muchas de ellas están resultando muy prometedoras. La revista Science Translational Medicine recoge uno de estos trabajos científicos, liderado por el Hospital Gregorio Marañón, el Centro de Medicina Aplicada (CIMA) y la Clínica Universidad de Navarra y en el que también han participado los Hospitales Ramón y Cajal, 12 de Octubre, QuirónSalud Madrid, ICO Barcelona y Virgen de la Victoria en Málaga.
Los expertos de estos centros han finalizado el ensayo clínico de la primera inmunoterapia desarrollada en España que investiga la combinación de BO-112 y dos anticuerpos anti PD-1 (nivolumab o pembrolizumab). Según se concluye, el ensayo ha demostrado su seguridad y su potencial de revertir la resistencia a la inmunoterapia en pacientes con cáncer.
La formulación de BO-112 está basada en moléculas de ARN de doble cadena y logra una respuesta antitumoral directa que a su vez se ve reforzada gracias a la activación de los mecanismos de inmunidad innata. Este tratamiento de inmunoterapia se inyecta directamente en el tumor o en sus metástasis.
El estudio
La investigación con BO-112 se inició en 16 pacientes con cáncer avanzado, en los que se produjeron cambios en las biopsias de los tumores inyectados que indicaban una potente activación del sistema inmune. En esta segunda fase se ha combinado BO-112 y anti PD-1, que son inhibidores de una proteína que permiten aumentar la capacidad de las células T de destruir células cancerosas. El ensayo se realizó en un grupo de 28 pacientes con melanoma, cáncer de pulmón y cáncer renal a los que la inmunoterapia previa basada en un anti PD-1 (nivolumab o pembrolizumab) no les funcionó.
La combinación produjo una estabilización de la enfermedad en 10 de ellos y una disminución objetiva en el tamaño de sus tumores en otros 3. De los pacientes que obtuvieron ese beneficio, 2 diagnosticados con melanoma avanzado se mantienen en remisión de su enfermedad a fecha de hoy, dos años desde el inicio del tratamiento. En los pacientes con mayor beneficio se demostró mediante análisis molecular una activación del sistema inmune mayor de la que se produjo en aquellos pacientes en los que la combinación no funcionó.
Según explican los expertos, se ha demostrado que la mejor manera de utilizar ese compuesto es inyectarlo dentro de los tumores, porque dentro de las lesiones mimetiza muy bien con una infección viral y hace creer al sistema inmune que tiene que luchar contra una infección de un virus en el tejido tumoral.
Si se confirman los resultados en estudios más amplios, esta estrategia de tratamiento intratumoral con BO-112 podría ayudar a revertir la resistencia primaria a inmunoterapia, un problema al que se enfrentan entre un tercio y la mitad de los pacientes que son tratados con inmunoterapia basada en anti PD-1 y para el cual necesitamos alternativas terapéuticas. El siguiente paso es avanzar en definir el perfil del paciente que más se pueda beneficiar y en el estudio de biomarcadores que ayuden a esa selección.