La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente y la cuarta causa de discapacidad en el trabajo a nivel internacional. Afecta a casi 600 millones de personas en todo el mundo y se produce cuando el cartílago articular –el tejido que se encuentra entre las articulaciones del organismo– se lesiona, provocando rigidez, dolor e incapacidad.
El problema es que no tiene curación y aunque se pueden paliar sus síntomas, es una enfermedad que avanza de forma irremediable. O al menos así ha sido hasta ahora, porque el grupo de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario da Coruña (CHUAC), en colaboración con el equipo Biofarma de la Universidad de Santiago, ha descubierto cómo un fármaco que se utiliza para tratar los niveles altos de colesterol o los triglicéridos puede frenar el avance de la artrosis.
Se trata de un hallazgo de gran importancia que ha sido publicado en la revista médica EbioMedicine, editada por The Lancet, y que abre una ventana para todos aquellos pacientes que hasta ahora solo podían reducir las molestias que ocasiona la patología. El fármaco en cuestión se llama Fenofibrato y está aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y la FDA norteamericana, lo que no obliga a tener que realizar ensayos con pacientes para probar su seguridad. Solamente se tendrá que demostrar su eficacia en el tratamiento de la artrosis.
De momento, se han hecho estudios preclínicos con 5.000 personas en Estados Unidos y Rusia que padecían esta enfermedad y además tenían problemas en su metabolismo. En la mayor parte de los casos se pudieron comprobar sus beneficios en la mejora de los cartílagos articulares.
Ahora el objetivo es volver a hacer un estudio esta vez con pacientes en A Coruña, con el objetivo de comprobar los buenos resultados e iniciar todo el proceso para que el fármaco pueda emplearse cuanto antes en los enfermos de artrosis.
Según explican los expertos, la razón por la que el Fenofibrato funciona es porque tiene propiedades senolíticas, lo que se traduce en que tiene capacidad para eliminar aquellas células que entran en senescencia. La senescencia es un estado en que las células limitan su proliferación en respuesta al estrés. Este estado celular se ha asociado históricamente a envejecimiento y a diversas patologías.
Al parecer, el fármaco tendría la capacidad de eliminar de forma selectiva las células envejecidas en el cartílago. Y no sólo eso, sino que además promueve un mecanismo de autolimpieza celular y elimina los deshechos que se producen. Al cumplir esta función, se mejora la función articular y se logra prevenir la artrosis y su desarrollo. Los investigadores dedicaron los últimos cinco años a un trabajo “que es 100 % gallego en su liderazgo” y que presenta un enorme potencial para combatir la artrosis. Solo les hace falta la financiación para iniciar el ensayo clínico que lo demuestre fehacientemente.
El estudio que ha llevado a cabo este grupo de expertos gallegos es fruto de cinco años de investigaciones en el que se ha realizado un cribado buscando fármacos que tengan estas funciones. Ahora están a la espera de contar con el monto económico suficiente para poder hacer las pruebas pertinentes.