Un equipo de investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y profesionales del Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell han conseguido revertir en ratones la nombrada enfermedad del hígado graso gracias a un tratamiento de genoterapia -inserción de genes en células y tejidos. Los resultados serán ahora la base de un futuro ensayo clínico de la compañía biofarmacéutica Kriya para el tratamiento de la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH). Esta enfermedad hepática está vinculada a la obesidad y la diabetes y se calcula que afecta a más de 40 millones de personas en el mundo. La investigadora de la UAB Fàtima Bosch asegura que la terapia puede ser "transformadora" para pacientes con MASH.

En concreto, la terapia desarrollada consiste en manipular genéticamente el músculo esquelético para influir en determinadas células que permiten revertir "completamente y a largo plazo" la fibrosis hepática y MASH. Los resultados obtenidos también determinan que el tratamiento contrarresta la obesidad, el exceso de grasa, la resistencia en la insulina de la diabetes tipo 2 y el desarrollo de tumores en el hígado, tanto en hembras como en machos.

Una investigación hecha con ratones

La investigación se ha llevado a cabo en ratones y para facilitar el paso hacia la aplicación en personas, los investigadores han evaluado esta terapia en perros para estudiar la seguridad y efecto terapéutico en animales grandes. Según la doctora Fàtima Bosch, líder de la investigación, la genoterapia "podría suponer un gran avance en el tratamiento no solo de los pacientes con MASH, sino también de otras enfermedades metabólicas y comorbididades relacionadas". Y es que en etapas avanzadas, MASH se asocia a enfermedades hepáticas graves, como cirrosis, cáncer de hígado y enfermedad hepática en fase terminal, con alta mortalidad.

¿Qué es la enfermedad del hígado graso?

El hígado graso o hígado graso no alcohólico es la acumulación de grasa en los hepatocitos, la principal célula del hígado. Este depósito de grasa se puede producir por dos motivos: o bien porque se produce en exceso o bien porque se disminuye su eliminación. Hay que diferenciarla de otra causa muy frecuente de acumulación de grasa en el hígado que es el consumo crónico de alcohol. Por lo tanto, la enfermedad por hígado graso no alcohólico es aquella en la cual se acumula grasa por motivos metabólicos (procesos del organismo para hacer las funciones internas) y está íntimamente asociada con la obesidad y la diabetes.

Con el paso del tiempo, este depósito de grasa puede dañar las células del hígado e iniciar un proceso de inflamación y posteriormente de reparación, donde las células hepáticas son sustituidas por cicatrices. Estas cicatrices se llaman fibrosis y, con el tiempo, la acumulación de fibrosis y la alteración de la forma y la estructura normal del hígado da lugar a la cirrosis, que es una alteración crónica que provoca una función hepática insuficiente.

Actualmente, la presencia de hígado graso es muy prevalente en la sociedad y se calcula que hasta un 25% de la población general en los países occidentales lo tiene. Estudios realizados en Catalunya también confirman estas cifras. Aunque la enfermedad se puede dar a cualquier edad, es habitual que se diagnostique entre los 50 y los 70 años.