Rápida, pero menos letal. Hasta ahora esta es la imagen que tenemos de la nueva variante de la covid-19, ómicron. La celeridad con que ha aparecido y se ha esparcido ha dado muy poco tiempo para estudiarla a fondo, pero los primeros estudios que se están concluyendo empiezan a disipar una de las grandes preguntas sobre la variante: ¿por qué es menos letal? Según varios estudios universitarios recogidos por el The New York Times, la enfermedad es más leve porque no afecta a los pulmones.
La variante ómicron sigue produciendo infecciones respiratorias, pero en las vías respiratorias altas, es decir: la nariz, la garganta y la tráquea. Son infecciones complicadas, pero no tan graves como los pulmonares y es eso lo que la hace más leve. Los investigadores insisten en el hecho de que, sin embargo, puede haber alguna afección a los pulmones con esta variante, sin embargo, esta es menor que en otras variantes. Una combinación que alivia el peso de ser la variante del virus que más se transmite.
"Sería justo decir que está emergiendo la idea de que es una enfermedad que se manifiesta principalmente al sistema respiratorio superior", explica Roland Eils, biólogo computacional del Instituto de Salud de Berlín. La comunidad científica se decantan para|por esta teoría después de estudiar los efectos del virus en varios tipos de animales, algunos de los cuales acababan muy graves con variantes anteriores.
Más de media docena de experimentos hechos públicos los últimos días apuntaban a la misma conclusión: la ómicron es más leve que la delta y otras versiones anteriores del virus.
Un hecho anatómico
Después de constatar que la nueva variante no ataca los pulmones, los investigadores de todo el mundo se han preguntado: ¿por qué? Una de las hipótesis que está cogiendo fuerza apunta que es un hecho anatómico. Michael Diamond, virólogo de la Universidad de Washington y su equipo de investigadores han observado que el nivel de ómicron en las narices de los hámsteres era el mismo que en los animales infectados con una forma anterior del coronavirus. Pero los niveles de ómicron en los pulmones eran una décima parte o menos del nivel de otras variantes.
Un hallazgo similar a la de investigadores de la Universidad de Hong Kong que estudiaron fragmentos de tejido extraídos de las vías respiratorias humanas durante la cirugía. En 12 muestras de pulmón, los investigadores encontraron que la ómicron crecía más lentamente que la delta y otras variantes.
Por lo tanto, la nueva variante irrumpe en el cuerpo como las anteriores, pero no es capaz de avanzar como lo han hecho sus predecesoras.