No le dicen confinamiento pero a efectos prácticos es lo mismo. El gobierno de Irlanda ha anunciado la prohibición a todo el país de visitar casas y jardines ajenos y pide que todo el mundo se quede a su hogar. Tan sólo se hacen excepciones si es para dar atención a niños, personas mayores y personas vulnerables.
El endurecimiento se acentúa en las regiones de Cavan, Monaghan y Donegal que pasarán al nivel 4 del plan de convivencia a partir de la medianoche del jueves y hasta el 10 de noviembre. La cifra de casos por 100.000 en los últimos 14 días era de 190,7, pero en Monaghan se sitúa en 360, Donegal 353 y Cavan, 571.
No salir
En el nivel 4 se cierra todo el comercio no esencial. En cambio, el resto del país se sitúa en un nivel 3 que permite reuniones de máximo a seis personas en el exterior de las casas y los jardines manteniendo el distanciamiento social. También se incluye hacer ejercicio y la comida. Así pues, toda la práctica deportiva queda restringida y no se podrá entrenar si no se garantizan las distancias.
Y con respecto a la restauración, se cierran bares y restaurantes y tan sólo se podrá ofrecer comida para llevar. El primer ministro, el Taoiseach Michael Martin, admite que "se ha llegado a un momento muy difícil del viaje" que supone convivir con el coronavirus. De momento, lo único que se salva son las escuelas que continuarían abiertas incluso si se llegara al nivel 5.
Otras medidas que aplica el gobierno de forma inmediata es la creación de puestos de control de la policía irlandesa y reducir el transporte público en un 25%. A pesar de todo, los expertos del departamento de salud irlandés avisan de que las restricciones todavía tendrían que ser más fuertes y aseguran que no cerrar escuelas no ayudará a reducir el número de contagios.
Conflicto con Irlanda del Norte
Sus vecinos de Irlanda del Norte, siguiendo las instrucciones que llegan de la City de la mano del Premier Boris Johnson, han sido más laxas y han favorecido el aumento de contagios que también se ha transmitido en la frontera. Finalmente, han decidido tomar medidas. Las escuelas cerrarán a partir del lunes durante dos semanas y los pubs y restaurantes también a partir del viernes por la noche, excepto la comida para llevar. Su primera ministra Arlene Foster. Las restricciones se hacen coincidir con la fiesta de Halloween que quieren frenar por completo.
Por otra parte, los funerales y bodas también se limitarán a 25 personas, fuera de licencias y los supermercados no podrán vender alcohol después de las ocho de la noche. Foster avisa: "Las cifras han seguido aumentando, la tasa de duplicación preocupa gravemente y las hospitalizaciones aumentan". También se tendrá que trabajar desde casa si no es necesario hacerlo desplazarse y las universidades quedan cerradas. Los gimnasios tan sólo se podrán abrir si es por entrenamiento individual.
0830 update. 👇👇
— Arlene Foster #We'llMeetAgain (@DUPleader) October 12, 2020
Balance needed to protect life and livelihoods. pic.twitter.com/6acS6egNEa
Gran Bretaña ya tiene el brote más mortal de Europa, con más de 43.000 muertes confirmadas e Irlanda del Norte lidera la tasa de infección más alta del país. Desde el comienzo de la pandemia, Irlanda del Norte ha registrado 1.156 casos de COVID-19 por cada 100.000 personas, en comparación con 995 en Gales, 960 en Inglaterra y 755 en Escocia. En el sistema de autoridad descentralizada del Reino Unido, Irlanda del Norte, Escocia y Gales controlan sus propias políticas de salud y, por lo tanto, su respuesta a la pandemia. El gobierno del Reino Unido decide la política para Inglaterra, pero dice que se coordina con los otros.
Si lo comparamos con la situación en España, a pesar de las medidas, Irlanda está mucho mejor: 45.243 positivos por|para los 908.056 en el estado español en cifras acumuladas. A pesar de tener en cuenta la densidad de población, España tan sólo se ve superada en esta cifra por Rusia. En las últimas horas, en España se han detectado más de 14.000 contagiados y en Irlanda a duras penas supera los 1.000.