El confinamiento no se endurecerá —de momento— en Lleida, pero sí que se refuerzan las medidas de protección personal. Por ahora no se procederá a un confinamiento domiciliario en el Segrià, y se seguirá con la restricción perimetral. La gerente de las regiones sanitarias Lleida y Alto Pirineu i Aran, Divina Farreny, ha avisado en una comparecencia este miércoles por la mañana de que la región sanitaria está "ante una lucha larga" hasta que se llegue a un nivel de inmunidad alto o una vacuna.
La prioridad ahora en Lleida es cortar las cadenas de transmisión comunitaria y adecuar el tejido asistencial. "El número de casos positivos seguirá aumentando en los próximos días, somos conscientes". Por eso Farreny ha avanzado que hay que empezar a hacer las cosas de otra manera, con una serie de medidas que ayudarán a rebajar el 90% de estos contagios. La primera, el uso obligatorio de mascarillas tanto en espacios públicos cómo privados —se mantenga o no la distancia de seguridad—. Otras restricciones son garantizar las distancias personales de dos metros y reducir la interacción social. Lavarse las manos sigue siendo necesario.
Farreny ha vuelto a reclamar profesionales sanitarios expertos en críticos y semicríticos en Lleida, además de técnicos para rastrear casos "a pie de calle". A pesar de los 250 sanitarios que han respondido al llamamiento de ayer para reforzar la atención hospitalaria, Farreny ha asegurado que faltan efectivos. El gerente territorial del ICS en Lleida, Ramon Sentís, ha explicado que en las próximas horas se acabará de definir el plan de contingencia, que incluye la derivación de pacientes a otros centros hospitalarios.
Sentís ha explicado que el incremento de contagios es el resultado de lo que pasó hace entre 10 y 15 días, por los alrededores de Sant Joan. También ha anunciado que el Arnau de Vilanova está reformando una planta para atender a más pacientes.
"Mecanismo" para retener casos que no pueden hacer cuarentena
Actualmente hay 129 personas con el virus o con síntomas, que no pueden hacer el confinamiento y la cuarentena en su domicilio porque duermen en la calle o no tienen las condiciones óptimas, que están aisladas en los diferentes dispositivos establecidos para esta función: el Hotel Rambla, el Hotel Nastasi y la casa de colonias la Manreana.
El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha puesto de manifiesto que a pesar de la tarea que hacen los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y la mediación de los trabajadores sociales y voluntarios de la Cruz Roja, hay personas con síntomas o con Covid-19 que "desaparecen" y se niegan a hacer el confinamiento y la cuarentena. En este sentido, ha lamentado que según el marco jurídico actual, ningún cuerpo policial puede "retener" a estas personas y por eso ha pedido a Salut e Interior que busquen algún "mecanismo jurídico" para permitir tapar esta "pequeña-mediana vía de agua" del sistema.
El alcalde ha matizado que no se trata de una "cascada de casos", ya que en el 90% de las intervenciones policiales, cuando alguien no quiere ser derivado a un centro para hacer el confinamiento, "la gente lo acaba entendiendo".