Las mujeres embarazadas que reciben una vacuna contra el coronavirus no sólo adquieren anticuerpos protectores contra el virus por sí mismas, sino que también pueden transmitir esta inmunidad a sus bebés, según una investigación reciente de la que se hace eco el The Washington Post.
Varios estudios preliminares sugieren que las mujeres que recibieron una vacuna de ARNm (Pfizer o Moderna) durante el embarazo tenían anticuerpos contra el coronavirus en la sangre del cordón umbilical. Otro estudio también detectó anticuerpos en la leche materna, hecho que indica que al menos, un poco de inmunidad podría transferirse a los bebés, tanto antes como después del nacimiento.
Anticuerpos pueden llegar al feto
La vicepresidenta de obstetricia y calidad en la Universidad de Duke, en los EE.UU., Brenna Hughes, dijo que los artículos todavía no han sido revisados y son "los primeros a mostrar lo que esperábamos que fuera cierto, que es que estas vacunas podrían ser potencialmente protectoras a través de los anticuerpos transmitidos en el feto", recoge el rotativo.
Por lo tanto, las preocupaciones sobre posibles riesgos y daños pueden demostrarse todo el contrario. De hecho, se puede demostrar que las vacunas en realidad ofrecen protección en el feto en desarrollo", detallaba.
El mismo diario, sin embargo, resalta que los investigadores ya han visto que las mujeres embarazadas que se recuperan del coronavirus, pueden transmitir su inmunidad natural a sus bebés, pero la observación de que los anticuerpos inducidos por la vacuna pueden llegar al feto a través de la sangre del cordón umbilical y al recién nacido es un nuevo descubrimiento que puede tener implicaciones más amplias en la lucha contra el virus.
Primer caso de un bebé nacido con anticuerpos
Primer bebé que nace con anticuerpos contra el coronavirus. Un grupo de científicos de la Universidad Atlántica de Florida ha notificado el primer caso de bebé con inmunidad a través de la madre. Es decir, ella recibió la vacuna anti-Covid de Moderna a las 36 semanas de gestación y sin infección previa del virus, según consta el estudio publicado a medRxiv y del que se ha hecho eco Redacción Médica.
El pequeño nació con inmunoglobulinas IgG, uno de los cinco anticuerpos que el organismo fabrica para defenderse de los patógenos. Según detalla el digital, los investigadores explican que cogieron una muestra de sangre del cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento y antes de la salida de la placenta con 0,5 ml extraídos para el suero, y lo enviaron para la prueba de anticuerpos contra la proteína Spike del SARS-CoV-2, destaca.
Mientras la madre ha estado amamantando al bebé recibió la segunda dosis de la vacuna, es decir, cuando ya había dado a luz, según lo que determina la misma farmacéutica, que es esperar 28 días entre la primera y la segunda dosis.