Si ya tienes 50 años o más y te gustaría mantener joven tu cerebro, sigue los consejos de la Escuela de Medicina de Harvard, uno de los centros más prestigiosos del mundo. Además de mantener una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea, realizar regularmente ejercicio físico y mantenerte socialmente activo, los expertos de esta institución hace ya tiempo que publicaron un estudio en el que concluyeron que las personas que meditan tienen un cerebro en mejor forma que aquellas que no lo hacen.
El primero de los trabajos, liderado por la neurocientífica Sara Lazar, analizó a meditadores con entre siete y nueve años de experiencia frente a un grupo que no practicaba esta técnica. Los resultados concluyeron que en los primeros había aumentado la materia gris en varias áreas del cerebro, incluida la corteza auditiva y sensorial, así como la región ínsula, una importante parte del cerebro que regula emociones básicas como el amor, la tristeza y la felicidad, experiencias sensoriales, la función vestibular y la percepción de conciencia de nosotros mismos.
El equipo de expertos descubrió también que los meditadores tenían más materia gris en otra región del cerebro, esta vez vinculada a la toma de decisiones y la memoria de trabajo: la corteza frontal. De hecho, aunque en la mayoría de las personas esta parte del cerebro va disminuyendo a medida que envejecen, aquellos que participaron en el estudio y practicaban la meditación y tenían más de 50 años, tenían la misma cantidad de materia gris que un individuo de 25 años.
Sorprendidos por el hallazgo, los expertos decidieron asegurarse de que este no se debía a que los meditadores a largo plazo tenían más materia gris al comienzo de la investigación, por lo que realizaron un segundo estudio. Para llevarlo a cabo, escogieron a las personas sin experiencia en meditación para realizar un programa de meditación de ocho semanas.
Al final del mismo, hubo un engrosamiento en varias regiones del cerebro, incluido el hipocampo izquierdo, involucrado en el aprendizaje, la memoria y la regulación emocional; el TPJ o unión témporo-parietal, involucrado en la empatía y la capacidad de tomar múltiples perspectivas y el puente troncoencefálico, donde se generan los neurotransmisores reguladores. Pero no sólo eso. Además, en los cerebros de los nuevos meditadores se contrajo una región del cerebro asociada con el miedo, la ansiedad y el estrés.
La pregunta para cualquiera que estuviera interesado sería: ¿cuánto tiempo hay que meditar para poder obtener estos beneficios para el cerebro? En el estudio llevado a cabo en Harvard se les pidió a los participantes que meditaran durante 40 minutos al día, pero el promedio terminó siendo de 27 minutos. En otros estudios incluso se concluyó que pueden producirse efectos positivos con tan solo 15 o 20 minutos al día. Según Sara Lazar, en esto de la meditación se pueden aplicar reglas parecidas a las del ejercicio físico. Practicar tres días a la semana es una buena opción, pero si se realiza a diario, los beneficios serán mucho mayores.