La neuropsiquiatría ha logrado grandes avances en los últimos años. Se encarga del estudio y tratamiento de los trastornos psiquiátricos o de la conducta que se dan en pacientes con patologías neurológicas. Uno de los campos con más trabajos que tiene que ver con la correlación entre problemas en los circuitos cerebrales específicos y trastornos neuropsiquiátricos como la depresión. Sin embargo, sigue siendo difícil demostrar que el daño a estos circuitos causa los síntomas en sí mismos y que tratarlos con terapias podría ayudar a los pacientes.

Al integrar conjuntos de datos de lesiones cerebrales con datos sobre cómo dos tratamientos, la estimulación cerebral profunda (DBS) y la estimulación magnética transcraneal (TMS), influyen en los trastornos neuropsiquiátricos, un equipo de investigadores del Brigham and Women's Hospital y sus colaboradores han desarrollado un nuevo enfoque científico publicado en la revista Nature de mapeo cerebral que puede ayudar a aclarar la estas cuestiones y relacionar una variedad de condiciones neuropsiquiátricas con puntos de estimulación identificados y prometedores para apuntar terapéuticamente.

“Se trata de una nueva técnica que utiliza datos existentes sobre pacientes con daño cerebral para desarrollar nuevos objetivos de tratamiento para pacientes con síntomas similares”, asegura el autor del artículo, Shan Siddiqi, del Centro de Terapéutica del Circuito Cerebral en el Brigham. “En principio, esto debería abrir las puertas para que los investigadores estudien cualquier síntoma asociado con un accidente cerebrovascular o una lesión cerebral y así encontrar un nuevo objetivo de tratamiento para las personas que desarrollaron el mismo síntoma sin daño cerebral”. 

Los investigadores desarrollaron su enfoque utilizando datos sobre la depresión y la enfermedad de Parkinson, los cuales ya están asociados con lesiones cerebrales bien definidas y comúnmente se trataban con DBS y TMS. Combinaron la ubicación y la conectividad de 461 lesiones cerebrales, 101 sitios de DBS y 151 sitios de TMS, y compararon pacientes que desarrollaron depresión, pacientes que mejoraron en la depresión y pacientes que no presentaron cambios en el estado de ánimo. Con este enfoque, identificaron un circuito cerebral que es un objetivo terapéutico eficaz para tratamientos de estimulación cerebral tanto invasivos como no invasivos. El estudio también indica que los resultados de la estimulación cerebral varían no según la técnica utilizada (DBS versus TMS) sino según el circuito al que se dirige.

Posteriormente, los investigadores utilizaron su enfoque con los datos de la enfermedad de Parkinson. Combinando datos sobre 29 lesiones y 95 sitios de estimulación para temblores y rigidez, mostraron que las lesiones asociadas con los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson están conectadas a los mismos circuitos que los sitios de estimulación que alivian esos síntomas. 

Los investigadores ahora están trabajando para refinar los mapas de circuitos de otras afecciones neuropsiquiátricas como los trastornos de ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, la manía, las alucinaciones y los trastornos del movimiento. Aún se necesitan ensayos clínicos para determinar si los médicos pueden aliviar los síntomas del paciente al enfocarse en los circuitos cerebrales identificados mediante el nuevo enfoque. Los autores del estudio están realizando actualmente un ensayo para confirmar los distintos objetivos que identificaron recientemente para la depresión y la ansiedad.  “Ahora que tenemos evidencia concreta de que las lesiones se asignan a los objetivos del tratamiento, podemos diseñar más ensayos clínicos para generar nuevos tratamientos”, aseguran.