Tras semanas y meses de advertencias, el sindicato Metges de Catalunya ha hecho una vez sobre la mesa anunciando la convocatoria de una huelga para finales de enero del 2023, de aquí prácticamente dos meses, para denunciar una situación que han calificado de insostenible, con unas listas de espera larguísimas, jornadas laborales eternas, una retribución mínima y unas condiciones asistenciales que no permiten ofrecer a los pacientes el trato que merecerían. Así lo explica a ElNacional.cat Xavier Lleonart, secretario general del sindicato que han convocado esta huelga, a la cual se le han sumado el resto de sindicatos, desde enfermeras y auxiliares a todo el resto del personal sanitario, que también recuerda que esta convocatoria se ha hecho dos meses antes para intentar evitar precisamente la huelga, esperando que una negociación con el Departament de Salut pueda resolver todas las problemáticas que rodean el día a día de los profesionales sanitarios en Catalunya.
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¿Por qué hacen ahora esta huelga?
Tenemos la sensación de que la sanidad pública va cuesta abajo y sin frenos. La degradación es imparable y a pesar de las advertencias, como la recogida de 54.000 firmas, no ha habido ninguna reacción. Parece que, desgraciadamente, las administraciones la única cosa que entienden es una convocatoria de huelga para ponerse las pilas. Esto no nos gusta nada, no va con nuestro talante, querríamos dar lo mejor de nosotros mismos, atender la población y suplir las carencias del sistema, pero hemos comprobado que esta es la única manera que nos hagan caso. Sabemos que la huelga tiene que ser el último recurso y hemos dado suficiente tiempo, hasta finales de enero, para que la situación se pueda enderezar.
Hay médicos que tienen 60 visitas en un turno y tienen que atender a 10 personas al mismo tiempo, es un escándalo
¿Cuáles son las mejoras que queréis plantear al Departament de Salut en el marco de estas negociaciones?
Nuestras reivindicaciones se podrían resumir en tres grandes grupos, el primero el de la atención asistencial, como nos están haciendo trabajar. Esto solo lo podremos debatir en una mesa específica para este tema, porque no son condiciones laborales que recoge un convenio. Hay médicos que tienen 60 visitas en un turno y a veces se encuentran con que tienen que atender a 10 personas al mismo tiempo, esto es un auténtico escándalo. Este es nuestro principal caballo de batalla porque nos parece indignante que los médicos tengan que dedicar solo 3 minutos por visita. Hemos perdido la cabeza, el norte. Al final, hemos convocado la huelga porque queremos trabajar y queremos dar calidad asistencial, pero no nos dejan.
El otro gran eje es que se tiene que hacer más atractivo el sistema sanitario, para que el médico que formamos quiera quedarse y podamos retener su talento. Ahora mismo se convocan plazas MIR para médicos de familia que quedan desiertas, porque nadie quiere trabajar con estas condiciones. Además, para hacerlo, también se tienen que mejorar las condiciones laborales y retributivas: una buena conciliación laboral y familiar, no tener que hacer jornadas de 100 horas a la semana y una mejor retribución, para que los médicos no tengan ofertas más atractivas, no solo desde la asistencia privada sino de otros trabajos que con mucho menos estrés y responsabilidad te ofrecen unas condiciones laborales mejores.
¿Han dado dos meses de margen al Departament, han tenido respuesta?
Formalmente no, solo tenemos noticias de lo que han ido diciendo en los medios. Esperemos y confiemos en que esta comunicación se produzca y se den medidas que sean de impacto y que sean significativas y supongan un cambio en la tendencia actual. Hace demasiado tiempo que oímos que los profesionales estamos maltratados, que se nos tiene que reconocer, pero no han hecho nada para resolverlo. El conseller Josep Maria Argimon lo decía siempre, pero en un año y medio y no hizo nada para solucionarlo.
Nos dicen que son conscientes de la situación, pero no hacen nada para mejorarlo
Cuando convocaron la huelga, las autoridades decían que entendían perfectamente sus reivindicaciones y se han mostrado comprensivas. ¿Eso ha hecho que la huelga se haya retrasado?
Probablemente, si el Govern no se hubiera roto y Argimon siguiera siendo conseller ahora mismo ya estaríamos haciendo huelga. Hemos querido ser comprensivos. Aunque el actual conseller (Manuel Balcells) pertenece a un partido que hace tiempo que está en el Govern, entendemos que se tiene que reubicar y adaptar, pero ya lo advertimos que estábamos preparando una huelga con margen de maniobra porque los trabajadores nos lo estábamos exigiendo. El mensaje claro está: "Basta de decirnos que lo hacemos muy bien, lo que tenéis que hacer es reconocernos".
¿Han notado algún cambio con el cambio de Govern?
Creo que es temprano para decirlo. De momento el conseller Balcells también nos ha dicho que es consciente de la situación, pero ahora nos falta "facta, non verba". Nos parece fantástico que sea consciente, pero hace falta que actúe en consecuencia.
Los pacientes son las primeras víctimas de este sistema
¿En caso de que las negociaciones no prosperen y los profesionales sanitarios hagan huelga el 25 y 26 de enero, confían en que sea una huelga masiva?
Ojalá que no, porque querría decir que no la hemos hecho. Los médicos no queremos hacer huelga, la convocamos porque sabemos que es la manera de tener repercusión. No queremos hacer huelga, pero no tenemos otro remedio ante una situación tan crítica. Ahora mismo estamos delante de un cruce con tres salidas: la primera, que la administración se diera cuenta de ello espontáneamente, pero esto ya no pasará. Solo nos quedan dos: dar un puñetazo sobre la mesa y mostrar la situación o que no pase nada, que para nosotros sería la peor. Si no hacemos nada, la degradación cogerá tal velocidad que pronto tendremos dos sanidades: una para la gente que se la pueda pagar y una pública y residual.
¿Creen que la ciudadanía entiende esta convocatoria?
La percepción que tenemos es que la sociedad es consciente y comprensiva con la situación, pero queremos que sepan que nuestra voluntad es enderezar tan pronto como sea posible la situación. Los pacientes son las primeras víctimas del sistema que nos hace trabajar en unas condiciones insostenibles.
Hay médicos que, con todo un futuro en frente y que ha sacrificado su juventud se plantea marcharse hacia casa
Empieza a haber casos de personas que abandonan el trabajo de médico porsu situación laboral.
Sí, uno de los casos que me hizo darse cuenta de la necesidad de reivindicarnos fue el de una médico joven que, llorando, me dijo que no podía continuar con estas condiciones y que se planteaba marcharse a casa. Eso, con una persona que tiene todo un futuro en frente y que ha sacrificado su juventud, es muy duro. La gente ya está claudicando.
¿Ha ido reiterando que esta es una situación insostenible, pero es homogénea en todo el territorio del país o es peor en las grandes ciudades y zonas más pobladas?
Es una situación homogénea, pero con peculiaridades, no diría ni mejor ni peor. En Barcelona y su área metropolitana nos encontramos con el problema de unas agendas inalcanzables. Te vas a las Terres del Ebre, el Pirineu o el Empordà y eso no pasa. Pero, en cambio, tienes consultorios que han tenido que cerrar porque tienen falta de personal. En los lugares menos poblados la atención se ha degradado por falta de efectivos y una misma persona en lugar de cubrir tres pueblos ahora controla siete.