Reputados médicos han reclamado al gobierno español que no de la espalda a la ciencia y apueste por la política de reducción de daños en la lucha contra el tabaquismo, tal y como están haciendo otros países como por ejemplo el Reino Unido o Suecia. Así, han pedido que el ministerio de Sanidad no persiga las alternativas al cigarro convencional, como son los vapers (cigarros electrónicos) y el tabaco calentado, que se han demostrado útiles para personas que tienen dificultades para dejar de fumar y menos dañinos para la salud que los cigarros convencionales. Lo han hecho desde Varsovia, sede un año más del Global Forum of Nicotine, celebrado del 13 al 15 de junio en el hotel Marriott, situado en el corazón de la capital polaca. 

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Entre los especialistas que han pedido al ministerio de Sanidad que estudie la estrategia de reducción de daños, figura el español Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla de Madrid y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo. Él, juntamente a Carmen Escrig, doctora en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, Diego Verrastro, cirujano general y portavoz de la Red Iberoamericana por la Reducción de Daños asociados al tabaquismo y los juristas y expertos en reducción del daño por tabaquismo Tomas O'Gorman, Jorge Palma y Jeffrey Zamora, ha participado en un panel sobre la cuestión.

Defensa férrea de la reducción de daños como estrategia para combatir el tabaquismo

El Dr. Fernández Bueno ha insistido en que es necesario estudiar los diferentes caminos posibles para ayudar a los pacientes fumadores a dejar de fumar. Y ha remarcado que la reducción del daño es uno de estos caminos porque la experiencia ha demostrado que la abstinencia absoluta por si sola "no funciona". Y lo ha remachado asegurando que no nos podemos conformar con los resultados actuales. 

El doctor Fernández Bueno también ha insistido en que la ciencia ya ha demostrado la eficacia de la reducción del daño. Concretamente, más 5.000 publicaciones y estudios científicos prueban que los vapers y el tabaco calentado son menos perjudiciales y que pueden ayudar a reducir el tabaquismo. “Por eso, países como Suecia o Reino Unido han comenzado a emplear alternativas menos dañinas basadas en la reducción del daño con excelentes resultados. En Reino Unido las cifras de tabaquismo se han reducido en cinco puntos en solo tres años, pasando del 17 al 12% y en Suecia la tasa de fumadores ha pasado del 15% en 2008 al 5,6% actual”, ha comentado.

Confían en los vapers y el tabaco calentado como alternativas al cigarro convencional

Los foros internacionales más prestigiosos ya se han fijado en estos dispositivos por las ventajas que presentan para los fumadores que quieren dejar de serlo. Es el caso del reciente Congreso Mundial de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), el evento más prestigioso a nivel global en el ámbito de la oncología. “Tuve la oportunidad de asistir a este congreso y pude comprobar cómo, frente a posiciones basadas en prejuicios y soluciones obsoletas, a nivel internacional y, entre la comunidad científica global, se mira con esperanza el papel de estos productos como herramienta para ayudar a los millones de fumadores que no consiguen dejarlo a mitigar el daño de fumar”, ha explicado.

Por otro lado, Verrastro ha explicado que es usuario de vaper y también médico. "Así que tengo ese bagaje y esa capacidad de sentir empatía por los consumidores. Porque el consumidor es un paciente. Por lo tanto, no puedo no tener empatía por la enfermedad que este paciente tiene", ha comentado.

La importancia de hacer pedagogía de la reducción de daños con un lenguaje llano

También ha subrayado la importancia de que los médicos usen un lenguaje más sencillo a la hora de explicar la reducción de daños. “Normalmente, cuando los médicos transmiten sus conocimientos, lo hacen dentro de su propio entorno, por lo que a veces les resulta difícil trasladar este lenguaje técnico y científico al resto de personas. Se necesita una capacidad diferente para poder hacerlo, para poder entender cómo comunicar esta información con claridad sin entrar en una terminología que no se pueda entender. Esto exige un trabajo adicional por parte de los médicos", ha indicado.

Entender que la adicción a la nicotina no es una enfermedad

Por otro lado, Carmen Escrig ha recalcado que es necesario entender que la adicción a la nicotina no es una enfermedad porque esta no es dañina para la salud. Sin embargo, ha lamentado, los médicos sí lo ven así. Según ella, esto se debe a la definición de adicción y dependencia. "La gente es dependiente de la nicotina. Una adicción no te permite llevar una vida normal. Pero la nicotina no hace esto. No te impide trabajar. No te exilia de la sociedad. Por lo tanto, un fumador o un vapeador no se ve a sí mismo como un enfermo, y es muy difícil superar esta barrera de los médicos a los pacientes", ha explicado.

Descontento con la OMS por su politica con los vapers

A continuación, O'Gorman ha cargado contra la OMS por "desinformar" sobre los vapers.  “Las campañas de desinformación llevadas a cabo por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud no solo tienen como víctimas a la sociedad y a los consumidores. También victimizan a médicos y reguladores. El problema para un médico es que supongo que confiará en la Organización Mundial de la Salud. Si ve que hablan muy negativamente de los cigarrillos electrónicos, probablemente no se parará a preguntar por qué lo dicen. Se limitará a poner su ejemplo", ha afirmado.

Finalmente, los expertos han coincidido en recomendar al Ministerio de Sanidad de España que abandone los prejuicios y tenga en cuenta los estudios realizados y el modelo sueco y británico de reducción del tabaquismo. “El Ministerio debe abandonar el negacionismo hacia esos productos y mirar lo que se está haciendo a nivel internacional y lo que se está debatiendo en los principales foros de debate científico médico a nivel internacional”, han concluido todos.