Respirar, limpiar la mente y entrar en un estado de paz, lejos de cualquier emoción negativa o cualquier trauma. Si no podemos cambiar el mundo, tratemos al menos de cambiar las malas sensaciones que nos deja día a día. Meditar 15 o 20 minutos es suficiente para empezar el día con el ánimo suficiente para afrontarlo o para terminarlo y meterse en la cama sin preocupaciones.

Son cada vez más las personas que, aprovechando unos minutos antes de ir al trabajo, o bien al volver, dedican un tiempo para sí mismos, para centrarse en la respiración, para sentir cada parte del cuerpo y en pensar, literalmente, en nada. También son cada vez más las personas que se apuntan a cursos de días o semanas de duración de diferentes tipos de meditación para olvidarse de los problemas mundanos y conectar al 100% con el cuerpo y la mente.

Observar desde la distancia

Hay muchos tipos de meditación y cada una tiene sus peculiaridades y objetivos. ¿Cuál elegir? Depende de muchos factores y de cada persona, pero el primer paso es conocerlas. En esta ocasión hablaremos de la meditación vipassana, una de las más antiguas de India. Consiste, simplemente, en ver y sentir las cosas como realmente son. Simple, pero no sencillo. El objetivo es deshacernos de todas las preocupaciones y pensamientos que no nos permiten avanzar, para conseguir la felicidad y tranquilidad plena.
 
¿Y esto cómo se hace? Concentrándonos en sentir, en percibir la realidad que nos rodea. Se trata de un proceso que, mediante la atención y observación puestas en el entorno, pretende percibir el mundo y las sensaciones tal y como son, sin quedarnos encallados en las emociones, pensamientos o estereotipos. Mirar el mundo sin más, despojándonos de sentimientos y de prejuicios. Sin juicios de valor. Simplemente observar con la mente limpia.
 
meditacio vipassana

Meditación vipassana desde casa

Aunque no es un proceso rápido, seguirlo tiene una gran recompensa: con el tiempo, seremos capaces de sentir el mundo tal y como es, apartando la capa de nuestro ego y observándolo sin filtros, lo que nos ayudará a darnos cuenta de que los problemas mundanos no son tan importantes y reducirá nuestro estrés y ansiedad.

Meditación vipassana en casa

Aunque existen retiros presenciales para iniciarse en este tipo de meditación, también puede hacerse desde casa dedicándole solo unos minutos al día. Lo ideal es, como en cualquier meditación, encontrar una habitación o espacio tranquilos y sentarnos en una posición cómoda para meditar: medio loto o loto completo, con las piernas cruzadas…
 
El ejercicio más sencillo consiste en concentrarse en la respiración en un punto exacto del cuerpo, para sentir cómo este responde a las inhalaciones y exhalaciones. Lo importante es prestar toda la atención en este movimiento, siempre tratando de vaciar la mente.
 
meditant

Hombre en posición de meditación

Al hacerlo conseguiremos alejarnos, poco a poco, del resto de pensamientos que ocupan nuestra cabeza a todas horas, calmando la ansiedad, el estrés y olvidando por unos momentos el ritmo ajetreado del día a día.
A medida que pasen los días observaremos que este proceso es cada vez más sencillo, por lo que podremos desviar la atención hacia otros puntos de nuestro cuerpo e incluso objetos. Poco a poco, el proceso nos permitirá afrontar el día a día con un estado más tranquilo, objetivo y relajado.