Con la ola de calor en pleno apogeo, las autoridades sanitarias han lanzado una serie de recomendaciones para que nos ayuden a paliar los efectos de las altas temperaturas, especialmente en los sectores de mayor riesgo, como son los niños y los ancianos.
La dieta juega también un papel muy importante a la hora de combatir el calor. En estos casos, el primer consejo y el más importante es beber agua con frecuencia, durante todo el día y no cuando se tenga sed. Al menos dos litros son necesarios diariamente, y mejor tibia que muy fría, para compensar las importantes pérdidas de agua que sufre el organismo y que le dificulta la regulación de la temperatura mediante los mecanismos habituales. También se recomienda beber algún tipo de infusión con menta, que resulta muy refrescante y envía estímulos a los receptores del frío de nuestro organismo, lo que alivia la sensación de calor.
Hay que procurar evitar las cocciones fuertes y los platos muy elaborados, optando por versiones más sencillas y frescas. Cada comida debe contener una ración de verduras frescas y fruta en lugar de otro tipo de postres y es mejor comer y cenar temprano en lugar de tarde.
Qué alimentos son los mejores
Teniendo en cuenta estos aspectos generales, existen una serie de alimentos que se deberían incorporar durante estos días a la dieta. Por ejemplo, y aunque sorprenda a más de uno, las comidas picantes son muy adecuadas. Aumentan la sudoración del cuerpo, lo que a su vez le ayuda a regular la temperatura.
Las verduras de hoja verde, como las espinacas o las diferentes variedades de lechuga, los berros, la rúcula y el kale tienen un alto contenido en agua en su composición; aportan muy pocas calorías y son ricas en vitaminas y minerales lo que a su vez contribuye a reponer los nutrientes que perdemos a través del sudor. El apio ayuda a eliminar toxinas y aumenta la producción de orina, mientras que los rábanos favorecen la eliminación de la retención de líquidos.
Dos de los alimentos clásicos del verano, la sandía y el melón son absolutamente recomendables. Al igual que las verduras de hoja verde, su contenido en agua supera el 90% de su composición. La sandía además es rica en aminoácidos como la citrulina, alanina, ácido glutámico o arginina, lo que nos ayuda a paliar la falta de energía que provocan las altas temperaturas. También el plátano es una buena opción, porque estimula la secreción de líquidos corporales y ayuda a disminuir la tensión arterial.
El gazpacho y las cremas frías elaboradas con calabacín, zanahoria o puerro son también muy adecuados. Son saciantes y frescos y permiten una absorción casi completa de los nutrientes porque no se calientan a la hora de elaborarlos. Las moras, fresas, bayas y arándanos tienen efectos antiinflamatorios y vasodilatadores, lo que ayuda al cuerpo a regular su temperatura.