Si estás pensando en tener un perro, o si ya lo tienes, debes saber que además de hacerte compañía, es muy bueno para tu salud. Así ha quedado demostrado en un estudio llevado a cabo en Suecia donde se concluye que estos animales ayudan a reducir la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Los investigadores, de la Universidad de Uppsala, hicieron un seguimiento a más de 3,4 millones de adultos de 40 a 80 años procedentes de Suecia. Las personas más jóvenes fueron excluidas del estudio debido a su bajo riesgo de enfermedad cardiovascular. Los datos se obtuvieron del registro de la población total del país nórdico, que contiene información sobre nacimiento, migración, cambios de ciudadanía, estado civil y familiar, y la muerte de todos los ciudadanos y residentes suecos de 18 años o más.
Los expertos recopilaron datos durante un período de 12 años, desde el 1 de enero de 2001. Para comprender la influencia de las mascotas en la salud cardíaca de las personas, compararon los datos de la población con los registros de propiedad de perros durante ese mismo período de 12 años. Los resultados mostraron que los dueños de perros tenían un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y otras causas durante el periodo de estudio respecto a las personas que viven solas.
En concreto, los solteros dueños de perros tenían un 33 por ciento menos de posibilidades de morir y un 11 por ciento menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en comparación con los que no tenían esta mascota. Los expertos también analizaron las razas de perros y los resultados revelaron que los criados originalmente para la caza, como los terriers o los retrievers, se relacionaron con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Aunque los nuevos hallazgos no explican si los perros podrían proteger a los humanos de estas enfermedades y cómo lo hacen, los dueños de perros tienden a tener un mayor nivel de actividad física, un mayor nivel de bienestar y más contactos sociales, según el estudio.
Pero no solo eso. Los investigadores creen que tener un perro también podría cambiar el tipo de bacteria que se encuentra en el microbioma de una persona, lo que podría afectar su salud. Es cierto que el estudio tiene una serie de limitaciones que se deben tener en cuenta, la principal de ellas, el hecho de que las personas con perros suelen llevar una vida más saludable.
Pero lo que es importante valorar es que quizá sea el propio animal el que sirva de motivación a sus dueños a la hora de llevar unos hábitos más sanos. Para empezar, el hecho de tener que sacarle a pasear a diario obliga a hacer ejercicio y también a aumentar la actividad social, ambos factores que la OMS reconoce como beneficiosos para la salud de las personas.
En cualquier caso, este no es el primer estudio que sugiere que la propiedad de un perro puede resultar muy positivo para una persona. Otras investigaciones han encontrado vínculos parecidos, aunque la novedad de este trabajo es la amplia muestra que se ha tenido en cuenta a la hora de llevarlo a cabo.