La revista Nature ha publicado una investigación que puede tener una gran importancia en lo que al cuidado del medioambiente se refiere. En sus procesos digestivos, las vacas emiten un gas llamado metano, que tiene una gran impacto ambiental. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Negev en Israel ha manipulado con éxito el microbioma de una vaca por primera vez, evitando que emitan metano, uno de los gases de efecto invernadero más graves.

Para llevar a cabo la investigación, se ha realizado un experimento durante tres años con 45 vacas. Se dividieron los animales en dos grupos. Uno de ellos dio a luz naturalmente, y el otro lo hizo a través de una cesárea. Esa diferencia fue suficiente para cambiar el desarrollo y la composición del microbioma de las vacas de cada grupo.

En el estudio, se desarrolló un algoritmo para predecir el desarrollo del microbioma. El saber que se podía influir en el desarrollo de esta parte del organismo, permitió utilizar el conocimiento para modular la composición del mismo, reduciendo por tanto el impacto ambiental de las vacas en el planeta obteniendo resultados deseados.

El objetivo en principio era encontrar los elementos que actúan durante los procesos de sucesión del microbioma de estos animales. Con ese fin, se introdujo este cambio en el momento del nacimiento, un parto natural o la cesárea. Los dos grupos tenían regímenes dietéticos uniformes, condiciones de crianza y antecedentes genéticos muy similares. En concreto, se diseñó una configuración experimental que constaba de 45 animales, 27 nacidos por parto vaginal y 18 por cesárea. Los recién nacidos estuvieron juntos desde el tercer mes de vida y se mantuvieron en condiciones similares durante todo el seguimiento.

En cada período dietético, los animales fueron alimentados con protocolos estándar de alimentación de lácteos de acuerdo con su edad. Curiosamente, los científicos encontraron una especie de microbioma sucesional central muy abundante que se introduce en las crías en los primeros días de vida y tiene un papel clave. Este microbioma fue la causa del 37% de la variación entre las crías nacidas mediante parto natural o mediante cesárea. Al parecer, las bacterias de este microbioma se adquieren por exposición al canal de parto materno. Es decir, que juegan un papel clave y se adquieren cuando el parto es natural.

Una vez que conocen los mecanismos por los que se adquiere el microbioma intestinal y cómo este puede variar, los científicos israelíes están ahora trabajando en alterarlo de una forma artificial para que las crías, a medida que van creciendo, produzcan menos metano durante sus procesos digestivos.