La Organización Cancer Research UK, una de las más prestigiosas en la lucha contra el cáncer en el Reino Unido, ha hecho públicos unos datos que han puesto de manifiesto el grave problema de obesidad que padecemos en las sociedades occidentales.
Según un estudio realizado por esta institución de carácter benéfico, más de siete de cada diez millennials nacidos entre los 80 y los 90 serán obesos cuando tengan entre 35 y 45 años, lo que multiplicará sus posibilidades de sufrir enfermedades como el cáncer.
Más de siete de cada diez millennials nacidos entre los 80 y los 90 serán obesos cuando tengan entre 35 y 45 años
Estos datos señalan que esta generación se va a convertir en la más obesa desde que se cuenta con registros, todo un drama teniendo en cuenta que padecer este problema está relacionado con un aumento de la incidencia de hasta 13 tipos de cáncer, como el de mama, intestino y riñón.
Según los responsables de esta investigación, estos jóvenes crecieron en un período de tiempo –los años 80 y 90– en los que se produjo un aumento notable de la oferta de comida procesada en los supermercados, como nunca había ocurrido hasta entonces. A esto se suma el desconocimiento que existía en la sociedad acerca de los perjuicios de este tipo de alimentación y de los azúcares añadidos para la salud de las personas. Entonces, además, imperaba el paradigma de la pirámide de la alimentación de los 70, en la que los cereales y el pan constituían la base sobre la que se asentaban el resto de alimentos. En cambio, las grasas estaban completamente denostadas –incluidas las saludables–, lo que sin duda influyó en que buena parte de los niños se alimentaran diariamente con cereales de desayuno, panes y otros productos ricos en carbohidratos y azúcar de absorción rápida que sin duda han tenido un gran impacto negativo en su salud.
La situación, en lo que respecta a la ciencia, ha cambiado mucho en este sentido y se está realizando mucha más pedagogía al respecto. Uno de los momentos más importantes llegó en el año 2014, cuando la revista Time publicó un artículo en el que abogaba por aumentar el consumo de grasas saludables y desterrar los carbohidratos de absorción rápida. La revista no venía sino a reflejar lo que ya era un secreto a voces entre los expertos. Es decir, que las recomendaciones que se habían lanzado a la población no eran las correctas, pues se habían multiplicado los casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Por eso, respecto a las grasas y los carbohidratos, el debate ya está superado. Una investigación publicada por la Universidad de Harvard en 2015 venía a concluir que a la hora de bajar peso, las dietas bajas en carbohidratos son más eficaces que las bajas en grasas.
Pero aún conociendo estos datos, los índices de obesidad se siguen disparando. Hace escasos meses, el Dr. Meir Stampfer, profesor de Epidemiología y Nutrición en la Harvard T.H. Chan School of Public Health afirmaba en el blog de esta institución que ahora mismo, perder peso es uno de los retos más difíciles que existen. “La gente hoy en día ve la comida como algo más que un simple sustento. Comer es una fuente de gratificación, es una actividad social, una recompensa. Es por esto que muchas dietas funcionan a corto plazo pero fallan más adelante”, aseguraba el doctor. A esto se une la gran cantidad de productos poco saludables que se ofertan en los supermercados y el gran marketing que realiza la industria al respecto.
El experto ofrece los siguientes consejos para abordar este problema tan complejo:
- No hagas dieta mejora tu dieta. Hay que centrarse no tanto en adelgazar como en mejorar la salud y seguir una dieta rica frutas, verduras y grasas saludables.
- Comer grasa no engorda. Tomar grasas saludables te ayudará a controlar mejor la saciedad y encontrar tu peso ideal.
- Haz ejercicio regularmente. Aumentar la actividad ayuda a perder peso y mantenerlo.
- Encuentra el tipo de alimentación que más se adapte a ti. Prueba una variedad de estrategias y haz de la comida un momento placentero con alimentos saludables.
- Persevera. Alcanzar tu peso ideal es difícil, pero hay que comprometerse diariamente porque los beneficios para la salud son incalculables.