El equipo de Oriol Mitjà, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Can Ruti, que elabora un plan de desconfinamiento para el Govern, cree que el coronavirus no podrá eliminarse a corto plazo. Opina que habrá "brotes recurrentes durante los próximos meses", así que propone hacer pruebas rápidas masivas serológicas por sangre capilar con un pinchazo en el dedo y crear un "certificado de inmunidad" para las personas que hayan desarrollado anticuerpos. Al informe ha tendio acceso la agencia EFE.
Así lo especifica un borrador de un plan de "salida coordinada del confinamento", que junto con el biólogo y informático andorrano Joel López, adapta a Catalunya el modelo que ha seguido Andorra, gobierno al cual también assessora. Al informe ha tenido acceso la agencia EFE.
Qué dice el informe?
El objetivo del documento redactado a principios de este mes por Mitjà y Joel es "valorar y proponer herramientas que permitan implementar las actividades de salud pública necesarias para controlar la infección SARS-CoV-2 en la comunidad".
Proponen un "desconfinamiento secuencial de personas en riesgo", evaluar la inmunidad de la población, detectar precozmente los casos y contactos y adoptar medidas de "confinamiento 'on/off' focalizadas en zonas calientes".
En cuanto al "desconfinamiento secuencial de personas en riesgo", establecen que primero podrán salir de casa "las personas más jóvenes y sanas y comprobar que esto no supone un impacto sobre el sistema de salud". Planean "mantener a las personas en riesgo y aún no infectadas en casa por más tiempo" y "esperar para abrir escuelas y grandes eventos".
Así, secuencian el desconfinamiento en seis fases: primero abrir negocios que no son básicos; después abrir la hostelería; en tercer lugar dejar salir a personas de menos de 70 años; luego reabrir los centros escolares y educativos; y finalmente las dos últimas medidas serían desconfinar a personas mayores de 70 años, inmunodeprimidas y sus convivientes y, por último, levantar la restricción de eventos de más de 50 personas.
El carné de inmunidad
Para evaluar la inmunidad de la población proponen hacer pruebas rápidas masivas serológicas por sangre capilar con un pinchazo en el dedo de la mano, cuyo resultado se obtiene en 15 minutos, y ofrecer un "certificado de inmunidad", en formato electrónico y también en papel, a aquellos que ya tengan anticuerpos por haber pasado la infección.
"Esta fase se podría llevar a cabo habilitando múltiples puntos para hacer la prueba constituidos por un equipo con una persona cualificada para obtener la muestra, realizar e interpretar el resultado", agregan los autores, que proponen que estos lugares sean farmacias, ambulatorios, consultorios médicos de empresas y universidades.
Finalmente, aconsejan aplicar "controles sistemáticos a los grupos poblacionales con mayor probabilidad de propagar el virus y a los grupos de riesgo" y hacer pruebas rápidas de antígeno o PCR a los que tengan síntomas.
También apuestan por aplicaciones de móvil para monitorizar casos y contactos y "recolectar datos de movilidad a través del GPS" y de contactos "a través de Bluetooth", de modo que el teléfono señale "el riesgo de infectividad de la persona y de sus contactos mediante un código de colores (verde, naranja, rojo)"