El epidemiólogo Oriol Mitjà anuncia, una vez más, un aviso para navegantes. Delante de lo que países como Dinamarca consideran el final de la pandemia con la reapertura de todas las actividades libres o el proceso de gripalización que, según muchos expertos, empieza a sufrir la covid, Mitjà asegura que nada de eso se producirá, como mínimo, este mismo 2022: "Nos movemos en la probabilidad de una nueva ola entre leve y esperamos que no sea grave, de aquí a seis u ocho meses. En base a eso se tienen que tomar decisiones a corto plazo y ahora pasan por aligerar las restricciones pero eso no quita que en seis meses vista, las restricciones volverán y los dispositivos diagnósticos y terapéuticos se tendrán que activar de manera que no se produzcan muertos como en las anteriores ocasiones", en declaraciones a Aquí Cuní, de Ser Catalunya.
Así pues, volvemos al día de la marmota: "La misma OMS lo deja claro y dice que el final de la pandemia solo será cuando la carga de la pandemia sea baja. En la situación en que nos encontramos, la posibilidad de una séptima y una octava ola es muy alta". Para alcanzar la famosa gripalización, Mitjà sitúa en un centenar de muertos por cada millón de habitantes anuales afectados por este virus. De sus cálculos, también se remite a una mortalidad de 700 muertos por cada millón de habitantes durante el último 2021, unas siete veces superior a lo que establecen los científicos. "La situación es cambiante y el ciudadano tiene que entender que los análisis se hacen en función de las circunstancias". Y también envía un mensaje a los gobernantes y la administración pública: "No se puede aceptar ni por la covid ni por ninguna otra enfermedad. Lo que interesa es el acontecimiento final, las muertes, independientemente de si la ola era leve o no", ha concluido.
Si nos basamos en datos recientes y empíricos, la alerta de da Mitjà se confirma. El pasado 1 de febrero Dinamarca fue el primer estado europeo que dijo adiós a las medidas contra el coronavirus, a pesar de tener el número de contagios disparado. El coronavirus había dejado de ser una "amenaza crítica" gracias al hecho de que más del 81% de la población está vacunada, justificaron las autoridades. Aunque ahora, la oleada de infecciones sigue creciendo, igual que la de hospitalizaciones y, sobre todo, aumenta también el número de muertos. Lo que no crece es la cifra de enfermos críticos ingresados en la UCI, que mantiene una tendencia descendente. Así lo reflejan las gráficas de Our World In Fecha elaboradas por la Universidad de Oxford.
La OMS, en la línea de Mitjà
El OMS va en la línea de la máxima prudencia pasando por hacer de la vacuna la herramienta indispensable con que contar siempre. Si bien las vacunas actuales siguen siendo eficaces para reducir el riesgo de sufrir una forma grave de la enfermedad y de morir por covid, no eliminan del todo el riesgo de transmisión de este y sus nuevas variantes. "Es crucial disponer de una estrategia mundial coordinada para garantizar la protección de las poblaciones de alto riesgo en todas partes, prestando una atención especial en los países con tasas de vacunación bajas, en particular los que tienen una tasa inferior al 10%". Con el fin de llegar a la estrategia óptima de vacunación para reducir la infección, la morbilidad y la mortalidad, el Comité puso énfasis en la importancia de coordinar la investigación sobre las combinaciones de vacunas, teniendo en cuenta también la inmunidad natural después de la infección y la necesidad que los fabricantes produzcan y compartan los datos pertinentes.