La alimentación es uno de los factores que más inciden en nuestra salud del día a día y, como tal, se dedica a su investigación una parte importante de los recursos científicos. Asimismo, se trata de uno de los campos que más interés despierta entre la ciudadanía, ya sea para poder comer de manera más saludable, como porque gracias a una correcta alimentación nos podemos mantener en un peso adecuado.
Sin embargo, cuando un nuevo hallazgo científico pone en duda o desmiente otro anterior, este no siempre trasciende. Además, son numerosos los mitos o creencias falsas que existen en el conocimiento popular a este respecto. Por eso, a continuación vamos a ver algunos de ellos.
Los alimentos con alto contenido de colesterol no son saludables
Los alimentos ricos en colesterol han tenido una mala reputación gracias a conceptos erróneos sobre cómo el colesterol de la dieta afecta la salud del corazón.
Si bien algunas personas son más sensibles al colesterol de la dieta que otras, en general, los alimentos ricos en colesterol y en nutrientes pueden incluirse en una dieta saludable.
De hecho, incluir en la dieta alimentos nutritivos y ricos en colesterol como los huevos y el yogur de leche entera, puede mejorar la salud al incrementar la sensación de saciedad y proporcionar nutrientes importantes de los que carecen otros alimentos.
Todos los batidos y zumos son saludables
Algunos zumos y batidos son muy nutritivos. Por ejemplo, un batido rico en nutrientes o un zumo recién hecho compuesto principalmente de vegetales sin almidón puede ser una excelente manera de aumentar la ingesta de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Sin embargo, es importante saber que la mayoría de los zumos y batidos que se venden en las tiendas están cargados de azúcar y calorías. Cuando se consumen en exceso, pueden promover el aumento de peso y otros problemas de salud como la caries dental y la desregulación del azúcar en sangre.
Los suplementos de calcio son necesarios para la salud ósea
A muchas personas se les dice que tomen suplementos de calcio para mantener saludable esqueleto. Sin embargo, la investigación actual ha demostrado que la suplementación con calcio puede hacer más daño que bien en muchos casos.
Algunos estudios han relacionado los suplementos de calcio con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. Además, las investigaciones muestran que no reducen el riesgo de fracturas u osteoporosis.
Si nos preocupa la ingesta de calcio, es mejor centrarse en las fuentes dietéticas de calcio, como el yogur desnatado, las sardinas, las alubias y las semillas.
Hay que estar delgado para estar sano
La obesidad está asociada con muchas condiciones de salud, incluida la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, depresión, determinados cánceres e incluso la muerte prematura.
Aun así, reducir el riesgo de enfermedad no significa que haya que estar delgado necesariamente. Lo más importante es consumir una dieta nutritiva y mantener un estilo de vida activo, ya que estos comportamientos a menudo mejoran el peso corporal y el porcentaje de grasa corporal.
Los suplementos son una pérdida de dinero
Si bien centrarse en consumir una dieta completa y rica en nutrientes es el componente más esencial de la salud, los suplementos, cuando se usan correctamente, pueden ser beneficiosos de muchas maneras.
Para muchos, especialmente aquellos con problemas de salud como diabetes tipo 2, así como aquellos que toman medicamentos comunes como anticonceptivos y medicamentos antidiabéticos, tomar suplementos específicos puede afectar significativamente su salud.
Se ha demostrado que la suplementación con magnesio y vitaminas B beneficia a las personas con diabetes tipo 2 al mejorar el azúcar en la sangre y reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas y las complicaciones relacionadas con la diabetes.
Las personas con dietas restrictivas, las personas mayores de 50 años y las mujeres embarazadas o en período de lactancia son otros ejemplos de grupos que pueden beneficiarse de la ingesta de suplementos específicos.
Hay que hacer comidas pequeñas y frecuentes para una salud óptima
Hacer comidas pequeñas y frecuentes con regularidad durante el día es un método utilizado por muchas personas para estimular el metabolismo y la pérdida de peso.
Pero si una persona goza de buena salud, la frecuencia de sus comidas no importa siempre que satisfaga sus necesidades energéticas.
Dicho esto, las personas con ciertas afecciones médicas, como diabetes, enfermedad de las arterias coronarias y síndrome del intestino irritable, así como las embarazadas, sí pueden beneficiarse de comer comidas con mayor frecuencia.