La indigestión es una serie de síntomas que sufren algunas personas después de realizar una comida, que se suelen manifestar en la zona alta del abdomen y que generalmente se traducen en un dolor de menor o mayor grado, así como una sensación de saciedad incómoda que no se pasa con el tiempo.
Normalmente, se debe a cuestiones que no revisten una especial gravedad, aunque a veces pueden resultar tan molestas que requieren algún tipo de tratamiento médico. Estas son algunas posibles razones por las que aparece.
Gastritis
Se trata de una patología bastante común que afecta al revestimiento del estómago. Puede deberse a una infección bacteriana, como la bacteria Helicobacter pylori o a otras causas como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Como produce una hinchazón en la pared del estómago, normalmente se trata con fármacos protectores.
Celiaquía
En ocasiones, la indigestión prolongada en el tiempo se debe a la enfermedad celiaca, que consiste en una patología de carácter autoinmune producida por la ingesta de gluten, que puede dañar de forma considerable el intestino delgado. En ocasiones las manifestaciones son muy patentes desde la infancia, pero en otros casos no.
Meteorismo abdominal
Se produce cuando tras la ingesta de alimentos, se acumula gas en exceso en el tracto digestivo, provocando considerables molestias. El origen puede ser variado: infección, virus, diarrea, estreñimiento crónico o una mala absorción de los nutrientes. Produce distensión abdominal.
Cálculos biliares
Son formaciones duras de colesterol o bilirrubina que pueden desarrollarse en la vesícula biliar. En ocasiones, estas formaciones de colesterol o bilirrubina que se almacenan en la vesícula biliar pueden bloquear un conducto y causar un dolor muy intenso en el estómago. Otras consecuencias son los vómitos y las diarreas continuas. A veces la cura pasa por la extirpación de la vesícula biliar.
Bloqueo intestinal
Es un trastorno que puede producirse tanto en el intestino grueso como el delgado, debido a una obstrucción provocada por múltiples causas: adherencias intestinales, masas duras de materia fecal o la presencia de algunas parásitos, entre otros. Puede causar dolor en la zona abdominal, así como dificultad para digerir y absorber los alimentos, provocando la indigestión.
Divertículos
Consisten en bolsitas que aparecen en el intestino, tanto en la parte superior como inferior y que, aunque no suelen revestir gravedad, sí que pueden manifestarse con molestias estomacales, gases y distensión abdominal. En ocasiones requieren intervención quirúrgica si las molestias son muy intensas.