Australia, que se encuentra entre los países que mejor han gestionado la pandemia de la Covid-19, ha registrado este martes su primer muerto por coronavirus en más de cien días, lo que eleva la cifra total de fallecidos en su territorio a 910 personas.
El afectado, que falleció ayer por la noche, es un hombre de 80 años que volvía de Filipinas y había sido internado el pasado 25 de marzo en un hospital de la ciudad de Brisbane, ha informado hoy el gobierno del estado australiano de Queensland.
Fronteras cerradas
Según los registros del Ministerio de Salud de Australia, país que mantiene sus fronteras cerradas desde el inicio de la pandemia, el anterior fallecimiento por Covid-19 fue incluido en el informe del 28 de diciembre.
Los datos de Covid en el país
Australia totaliza más de 29.400 contagios de Covid-19, la mayoría de ellos a raíz de la segunda ola de coronavirus que se originó a mediados de 2020 por fallos en la seguridad de los centros de cuarentena de viajeros internacionales en la ciudad de Melbourne.
La buena gestión de la pandemia ha quedado empañada por la lenta campaña de vacunación en este país oceánico, que comenzó el 21 de febrero pero se ha visto lastrada por varios problemas como el retraso en las importaciones de vacunas, las inundaciones en marzo en la costa este y las dudas sobre los efectos secundarios del fármaco producido por AstraZeneca.
A pesar de las presiones para que se diversifiquen las vacunas disponibles en Australia, centradas en las dosis de AstraZeneca y Pfizer -las únicas que han sido aprobadas por sus autoridades-, el Ejecutivo de Camberra ha anunciado este martes que no adquirirá la vacuna Johnson & Johnson por ser similar a la de AstraZeneca.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, dijo la semana pasada que pedirá a la Unión Europea (UE) y a la compañía farmacéutica AstraZeneca que se concrete el envío a su país de las 3,8 millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 adquiridas en septiembre, de las cuales aún faltan por llegar 3,1 millones.
"Si realmente la posición de la Unión Europea es que les parece bien que se concedan estas licencias de exportación y que 3,8 millones de dosis lleguen a Australia, entonces les animamos a que lo hagan", dijo Morrison a periodistas en Camberra, después de que la UE asegurara que no bloquea el envío de las vacunas.