El Banc de Sang ha mantenido las donaciones bastante estables durante toda la pandemia. Ahora mismo, hay sangre para las necesidades de los próximos ocho días, aunque el nivel óptimo son diez. A las puertas de las fiestas de Navidad, las donaciones bajan en torno a un 25% y por eso han incrementado la campaña de donación, en la que garantizan la seguridad ante la Covid. A modo de ejemplo, ahora durante los fines de semana han instalado una carpa en Arc de Triomf de Barcelona para recoger donaciones y hoy abren el espacio del Hospital Clínic de manera excepcional.
Esta entidad también tiene un doble papel en la lucha contra el coronavirus. El Banc de Sang de Catalunya forma parte de un amplio estudio que quiere acabar demostrando la eficacia del plasma de sangre para frenar la evolución del coronavirus en una persona ya contagiada. Obviamente con un plasma concreto que el doctor Eduardo Muñiz, director de Inmunohematología del Banc de Sang i Teixits nos detalla en esta entrevista.
Siguiendo la actualidad y para ampliar miras. ¿Usted como doctor cómo ve la noticia de la vacuna Pfizer-Biontech?
Pido una reflexión y prudencia. Obviamente la noticia es bien recibida, pero hay que tener una evidencia más grande de que efectivamente aparte de poder disponer de ella, sea una vacuna que no hará ningún daño. Por otra parte, saber si resolverá finalmente el problema por el que ha sido diseñada. Necesitamos más datos para celebrar nada.
¿Desde el campo de la sangre, qué pueden aportar sus investigaciones al coronavirus?
Tenemos diferentes proyectos en marcha. Quiero destacar todo aquello ligado a la industria del plasma. Parece que el plasma de los que han sufrido una infección por coronavirus, y una vez lo han superado y han desarrollado anticuerpos, este puede ser útil para otras personas contagiadas. A grandes rasgos, lo que puede ayudar es evitar la progresión de la enfermedad. Ahora bien, el tratamiento tiene una capacidad mayor de respuesta en fases muy tempranas de la infección, lo más leve posible. Los estudios se han mandado en diferentes hospitales y Catalunya está dentro del proyecto. Parece que esta puede ser una herramienta útil para combatirlo.
¿Así pues, la vacuna prevé el contagio y el plasma te cura si ya te has contagiado?
Las dos cosas son muy importantes: una, la vacuna, es futurista y la otra, el plasma, es una realidad. Tenemos personas que se infectan y estos pueden tener una evolución muy variable. Hay que administrar muchas terapias. Son dos herramientas complementarias: la vacuna es herramienta de prevención y la que ya tenemos ahora es para el tratamiento y la minimización del impacto del virus.
Lo que tenemos comprobado es que el plasma no hace ningún daño
¿Y es seguro?
Lo que está comprobado es que el plasma no hace ningún daño. El segundo paso ahora es demostrar de manera inequívoca que sirve para curar o disminuir su progresión. Estamos hablando de una transfusión, pero de plasma, que es un componente de la sangre, el líquido donde están suspendidas las células de sangre. El plasma puede ser un recurso más dentro del arsenal de herramientas terapéuticas que se están analizando. No tardaremos en dar datos definitivos.
Durante la primera ola se utilizaba en personas que ya estaban muy enfermas y se vio que la eficacia del tratamiento era muy disminuida. En cambio, cuando el contagio se encuentra en un estado inicial, en las primeras fases de infección, ayuda a reducir. En cuestión de pocos meses daremos los datos definitivos.
¿Qué falta para acabar de asegurar el estudio?
Pues aprovecho para hacer un llamamiento a los donantes de plasma que hayan desarrollado anticuerpos de anti SARS-CoV-2. Nos puede ser útil para cuando nos lo pide un hospital, tenerlo preparado. Eso por un lado, por el otro todas aquellas personas que se han infectado y una vez recuperadas con un excelente estado de salud, si quieren que se investigue si tienen los anticuerpos necesarios.
El grupo sanguíneo, nuestro anticuerpos de nacimiento, nos puede frenar la entrada del virus
¿En qué afecta a un grupo sanguíneo ante tener más o menos números de contagiarse por coronavirus?
Cada uno de nosotros tenemos un grupo sanguíneo que puede generar anticuerpos a otros grupos sanguíneos. Por ejemplo, los del A tienen anti B, los del O tienen antiA y antiB, y los del AB no tienen anticuerpos. Estamos hablando de anticuerpos de grupos sanguíneos, es decir, que tenemos desde el nacimiento.
Siempre que hacemos una transfusión, tenemos que hacer pruebas sobre cómo es este receptor y donante para respetar la compatibilidad, porque si no los respetamos, los anticuerpos pueden atacar a los globos rojos. Ahora, con el coronavirus hay una proteína, la S, que el virus utiliza para invadir nuestro organismo, es decir, entrar en nuestro cuerpo. Y esta proteína tiene la estructura propia de un grupo sanguíneo y no sólo eso, sino que el virus se viste del grupo sanguíneo de la persona que se ha infectado.
Cuando se acerca a nosotros, nosotros vemos el virus como si fuera un grupo sanguíneo y viendo si es compatible o no con nosotros, los anticuerpos harán lo que puedan para evitarlo. Y volvemos al juego de letras: las del O que tienen antiA y antiB tienen un arsenal, un abanico de anticuerpos más amplio que ayuda a evitar personas del grupo A o B. Las de lo A sólo se podrán defender de los B y los B, que son pocos en la población, se pueden defender del A. Y las del AB que son pocas por suerte de ellas, no tienen ningún anticuerpo, tienen una situación de indefensión pero hay pocas. Esta es la relación: nuestros anticuerpos naturales de nacimiento ligados al grupo sanguíneo nos pueden ayudar a defendernos de la entrada del coronavirus a nuestro organismo.
¡Todos corriendo a revisar qué grupo sanguíneo tenemos!
Hay una segunda parte. Estamos hablando de personas jóvenes y sin ningún tipo de enfermedad. Si vamos acumulando diferentes patologías, nuestro sistema inmunológico es menor. A medida que nos hacemos mayores, cada vez eso es menos efectivo. Pero sí vemos a grandes rasgos que el grupo A se ha infectado un poco más y el O disfruta de un cierto grado de protección.
Aunque no nos podemos quedar sólo con eso. El hecho de que nos infectamos no depende sólo del grupo sanguíneo, sino de una amplia gama de factores. Si haces una exposición repetida o te expones a una carga viral importante, te acabarás infectando. Las medidas de protección se aplican a todo el mundo.
La sangre nos explica cosas pero no es un elemento determinante
Del coronavirus mejor nunca confiarse...
No te puedes quedar con la idea 'qué bien que yo soy cero y no A'. La sangre nos está explicando cosas, pero no es un elemento determinante.
¿Y esto del plasma viene de ahora?
En absoluto. El plasma se ha utilizado en otras infecciones, por ejemplo cuando hubo el primer coronavirus. Por suerte, aquel primer episodio se quedó en epidemia y no se convirtió en una pandemia como ahora. Por eso no hizo falta acabar de demostrar su eficacia. En el caso del ébola sí se ha estudiado con profundidad y ha dado resultados bastante satisfactorios. En definitiva, el plasma actúa como vehículo de anticuerpos contra el virus.
La mayoría no sabíamos ni de la existencia de un primer coronavirus si no es por el número 2 que trae su nombre...
Hace unos años hubo una infección por coronavirus, esta es la segunda vez que aparece. Tan sólo se vio que el plasma podía ser útil.
¿El coronavirus ha hecho aumentar la necesidad de las reservas de sangre?
No necesariamente, aunque es verdad que los enfermos de cuidados intensivos son enfermos que llegan a perder sus niveles de globos rojos y pueden requerir la sangre. La seguimos necesitando en la medida que la actividad de los hospitales se pueda sentir manteniendo. Es evidente que la atención que desplazamos hacia los enfermos de Covid lo altera todo.
Actualmente, en Catalunya estamos trabajando en un nivel aceptable. Ahora bien, no podemos bajar la guardia, pedimos que nuestros donantes sigan dando sangre en un marco de seguridad, en horas convenidas y óptimas. Siempre hay una bajada en una situación de este tipo.
Para dar sangre y reservar hora, puedes hacerlo a través del portal web Donar Sang.