La naranja es una fruta importante en la dieta mediterránea y los beneficios de sus nutrientes son más que conocidos. Pero ahora un equipo de investigadores de la Universidad del Oeste de Ontario, en Canadá, ha descubierto una molécula incluida en su composición –y en la de las mandarinas– que se llama nobiletina, que ha demostrado que reduce drásticamente la obesidad en ratones y revierte sus efectos secundarios negativos.
¿La razón? Pues todavía no se sabe, pero los científicos están esperanzados con los hallazgos del estudio. “Hemos demostrado que en ratones que ya tienen todos los síntomas negativos de la obesidad, podemos usar nobelitina para revertir esos síntomas e incluso comenzar a reducir la acumulación de placa en las arterias, la aterosclerosis”, dicen los autores.
Los expertos, que han publicado su investigación en la revista Journal of Lipid Research, manejan la hipótesis de que la molécula probablemente tiene una incidencia en la regulación de la grasa corporal en el cuerpo, pero todavía siguen buscando la causa concreta, porque no se ha encontrado la relación directa entre su consumo y el metabolismo y la generación de energía del organismo. Por eso, esperan que ahora que la investigación está trasladando los experimentos de animales a las personas, se pueda comprobar si la nobiletina tiene los mismos efectos positivos y cómo actúa para lograr estos beneficios.
Pero no solo tiene incidencia en los casos de obesidad. En cuanto a las enfermedades cardíacas, las naranjas son una buena fuente de fibra y potasio, que son beneficiosas para la salud del corazón, así como en la prevención y tratamiento de otras patologías como la hipertensión. Además, reducen los niveles de colesterol en la sangre.
Y diversos estudios han demostrado que el consumo de esta fruta puede mejorar algunos factores que contribuyen al desarrollo y progresión de la diabetes, mejorando la forma en que el cuerpo responde a la insulina, uno de los factores de riesgo de esta enfermedad.
Además, como una excelente fuente de la vitamina C que son, las naranjas pueden ayudar a combatir la formación de radicales libres que constituyen también un factor de riesgo para el cáncer. Por último, consumir suficiente vitamina C puede ayudar también a mantener una piel saludable y con mejor aspecto, porque esta vitamina contribuye a la producción de colágeno. El colágeno promueve la curación de las marcas, cicatrices y heridas y mejora la firmeza de la piel, de hecho es el ingrediente de muchos de los cosméticos en la actualidad.
En cuanto a los consejos para incluir en la dieta, además del zumo, que recién exprimido puede convertirse en una bebida refrescante y deliciosa, pero que tiene un nivel más alto de azúcar, existen otras variantes que además mantienen la fibra del alimento. Por ejemplo, mediante una macedonia con otras porciones de frutas distintas, una ensalada que además de lechuga y otros alimentos incluya naranjas y uvas o añadiendo unas rodajas en platos con carne o pescado.