El pasado 12 de diciembre la sala Apolo de Barcelona celebró un concierto con 463 personas en el marco de un estudio clínico que comprobaba el contagio del coronavirus. Para entrar, cada asistente tenía que tener un test de antígenos negativo y llevar una mascarilla FFP2, pero en cambio, se hizo sin distancias de seguridad. Además, se optimizó la ventilación y los flujos de aire en las dos salas interiores y se monitoró la calidad del aire y la temperatura durante todo el acontecimiento. ¿El resultado? Ninguna persona del medio millar de asistentes se contagió.

Los doctores Josep Maria Llibre y Boris Revollo, responsables del estudio, han explicado que los resultados demuestran que es "seguro" asistir a un concierto con las mismas condiciones que las del 12 de diciembre. "El estudio permite decir que si haces una actividad similar, será segura, pero cuanto más te alejes de estas características, mayor es la incertidumbre", ha afirmado Llibre.

Sobre el estudio

El objetivo del ensayo clínico era evaluar la hipótesis que la asistencia a un concierto con música en vivo realizado en unas condiciones determinadas de seguridad no se asocia a un incremento de infecciones de coronavirus. Por eso se creó el grupo de control, con unas características muy similares a la del grupo que sí que estuvo expuesto a la actividad para evaluar, sobre todo teniendo en cuenta que los participantes podían infectarse los días siguientes al concierto y que no se podría determinar el origen del contagio. Tener estos dos grupos ha permitido generar datos.

Todos los participantes eran mayores de edad y tenían menos de 60 años; no sufrían enfermedades de base; no convivían con personas mayores y no habían sido diagnosticados de Covid-19 en los últimos 14 días. A todos se les realizó el mismo día del concierto un cribado con test de antígenos y otro con prueba PCR. Todos los resultados del test de antígenos, que se saben al cabo de pocos minutos, fueron negativos, y este era uno de los principales requisitos para entrar en el concierto. Al cabo de ocho días se les hizo una segunda prueba PCR para detectar posibles infecciones.

Los asistentes al concierto pudieron bailar, cantar y abrazarse. También se pudieron sacar la mascarilla en momentos y espacios concretos: para fumar en un espacio exterior, con control estricto del número de personas que estaban simultáneamente, y podían consumir bebidas en una zona delimitada como bar. Se permitieron bebidas alcohólicas. El concierto duró en total cinco horas y tuvo cuatro actuaciones, dos sesiones de DJ y dos actuaciones en directo. El tiempo medio de los asistentes al concierto fue de 2 horas y 40 minutos.

Los resultados

Cuando se hizo la segunda prueba PCR asistieron 463 participantes de la rama experimental y 496 de la rama de control. En el grupo que entró en el concierto, no se detectó ningún contagio. En el grupo control, dos (0,4%). De hecho, uno se detectó tres días después del concierto. Los dos sufrieron una enfermedad clínicamente leve. Los casos se reportaron al sistema sanitario y se hizo el estudio de contactos correspondiente.


Según han explicado los investigadores, los intervalos de confianza de estos resultados son de entre el 0% y el 0,7% en el grupo experimental y entre el 0,1% y el 0,8% en el grupo de control. "Los resultados son contundentes y permiten afirmar que si se reproduce un estudio en las mismas condiciones, los resultados serían los mismos", ha indicado el doctor Llibre.

Así, los promotores del estudio señalan que los resultados son extrapolables a otros acontecimientos siempre y cuando se mantengan estas condiciones. "Este es un dato nuevo que no teníamos en ningún sitio. Nadie había mirado el riesgo real de infectarse de coronavirus si se asistía a un concierto con determinadas permisiones", ha recalcado el investigador.

El doctor Revollo apunta que el listado de condiciones incluidas en el estudio "son fácilmente reproducibles" y que "se podrían escalar a otros acontecimientos". Ahora bien, si se cambian las reglas que se fijaron para el concierto, la incertidumbre del riesgo de contagio aumenta, han indicado.