No se espera que haya vacunas suficientes para el coronavirus para volver a la normalidad hasta el año 2022, según ha dicho esta semana el científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan. En este sentido, Swaminathan ha verbalizado que la iniciativa Covax de la OMS, el mecanismo de agrupación de recursos para brindar un acceso equitativo a las vacunas en países con diferentes vías de ingresos, sólo podía reunir en torno a centenares de millones de dosis en medio año, hecho que significa que cada uno de los 172 países que participan de la iniciativa, "tendrán alguna cosa".
Pero, sin embargo, la cantidad de dosis será demasiado pequeña para cambiar algunas medidas de protección que estamos viviendo estos meses: manos-distancia-mascarilla, hasta, como mínimo, que la producción aumente y llegue hasta la cifra de 2.000 millones para finales de 2021. "La gente se imagina que en enero habrá vacunas para todo el mundo y las cosas volverán a la normalidad. Y no es así como funcionan las cosas".
"Nuestra mejor predicción (para el lanzamiento de vacunas) es a mediados de 2021, porque al principio de 2021 es cuando se empezarán a ver los resultados de algunos de estos ensayos".
Las vacunas
China no quiere esperar. Este martes, un funcionario del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades aseguró que el país asiático podría disponer de una vacuna para el público general a partir de noviembre. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también ha prometido que pronto habrá una vacuna. Esta carrera para conseguir ser el primero en desarrollar una vacuna que funcione provoca presión política, y también el hecho de emitir licencias de uso de emergencia prematuramente. Rusia ha detallado esta semana que hay 26 vacunas en vías de desarrollo en el país. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta en qué fase se encuentra cada una.
De hecho, en este sentido la OMS tiene la intención de emitir unas pautas sobre el uso de vacunas de emergencia a finales de esta semana. "Todos los ensayos que están en marcha tienen un seguimiento de al menos 12 meses, si no más", ha detallado. "Este es el tiempo que normalmente nos gustaría dejar que pasara para no tener y detectar efectos adversos después de las primeras semanas".
"Como se trata de una pandemia, es posible que muchos reguladores quieran hacer una lista de uso de emergencia, hecho que es comprensible, pero tiene que haber algunos criterios al respecto", ha insistido. Sin ir más lejos, ha advertido que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA) emitirá pronto unas pautas de uso.
Aprobación y autorización
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Anthony Fauci, en conversación con la CNN esta semana, ha detallado que cualquier vacuna tiene que ser aprobada y autorizada por la FDA y que es un proceso que en circunstancias normales puede tardar meses o años. A pesar de todo, se ha prometido un proceso rápido para una vacuna Covid-19, lo mismo que se comenta desde la OMS.
En esta misma línea y la de las prisas, hay cierto "miedo" a que una vacuna se apruebe antes de superar todas las fases. Cosa que, según el director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el doctor Francis Collins, no podría pasar. En el caso de los EE.UU., "es posible que la Administración de Alimentos y Medicamentos pueda otorgar una autorización de uso de emergencia, no una aprobación para una vacuna experimental antes de que se complete su ensayo de fase 3", ha expuesto también en la cadena norteamericana.
Una opinión que, de hecho, comparten dos excomisionados de la FDA, el doctor Mark McClellan y Scott Gottlieb. "Es poco probable que una vacuna reciba la aprobación completa y una amplia distribución de manera inmediata", comentaban. "En cambio, la FDA probablemente autorizará el uso de vacunas en grupos específicos de personas con riesgo alto y con más posibilidades de beneficiarse de ella".