Un nuevo fármaco contra la obesidad podría facilitar la vida a miles de enfermos. Menos invasivo y con buenos resultados, un estudio estadounidense expone como un fármaco permite perder tanto peso como con una operación. Concretamente, con una inyección semanal de tirzepatida el paciente puede reducir en torno a un 21% de su peso. El estudio de los efectos de este fármaco se han publicado a la revista científica The New England Journal y ha tenido una buena recepción por parte de la comunidad científica, aunque todavía se encuentra en fase experimental. Aun así, no todo son buenas noticias. Esta medicina difícilmente estará cubierta por la seguridad social. ¿Por qué? Según denuncia Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) a La Vanguardia, la sanidad pública no reconoce la obesidad como una enfermedad crónica, por lo tanto, este tratamiento quedaría probablemente fuera.
"La obesidad es una enfermedad crónica que provoca una morbilidad y mortalidad globales sustanciales", recuerdan los investigadores que han encabezado el estudio de la tirzepatida. Los científicos estudiaron los efectos del medicamento en más 2.000 adultos, mayoritariamente mujeres, durante 72 semanas. La conclusión ha sido que la aplicación de este medicamento "proporcionó reducciones sustanciales y sostenidas del peso corporal".
Se trata de un tratamiento menos invasivo que una cirugía para reducir el peso de los pacientes, pero eso no quiere decir que esté exento de efectos secundarios. Según pudieron observar los investigadores, algunos efectos secundarios leves y transitorios. El más común fueron las náuseas y la diarrea.
Obesidad y su tratamiento en el Estado español
"La tirzepatida puede ser una herramienta importante para el tratamiento médico de la obesidad", ha afirmado uno de los investigadores del estudio. Este fármaco ya está aprobado para tratar otras enfermedades como la diabetes en Europa y los Estados Unidos. Esta es una nueva aproximación que desde Sociedad Española de Obesidad celebran con un sabor agridulce. "Para decir que la cirugía es un éxito, consideramos que los pacientes tienen que perder al menos un 20% del peso. Es la primera vez que podemos conseguir este resultado con un fármaco. Es una cosa que estábamos esperando desde hacía tiempo", ha expuesto Andrea Ciudin, miembro de la junta SEEDO.
Por eso, Ciudin considera que "sería conveniente que la sanidad pública cubriera los tratamientos farmacológicos de la obesidad. Es absurdo que cubra la cirugía bariátrica y no los tratamientos que pueden evitar tener que recurrir a la cirugía". A pesar de todo, este tratamiento todavía tiene que pasar por varios obstáculos para que llegue el punto en que sanidad se plantee si lo cubrirá o no.