La variante ómicron es más contagiosa pero es menos grave de lo que se pensaba inicialmente, según un estudio del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD), país donde se detectó por primera vez esta cepa.

Según el estudio, el riesgo de hospitalización con ómicron es un 80% menor que con la variante hasta ahora mayoritaria, la delta. El estudio se ha efectuado con los datos de las infecciones por coronavirus que se han registrado en Sudáfrica hasta finales de noviembre. Y la investigación apunta que ómicron, a pesar de ser altamente contagioso, es probable que provoque una enfermedad más leve que las variantes anteriores.

"Los datos son muy alentadores y apuntan seriamente que existe una gravedad sustancialmente menor en la ola ómicron", ha indicado Cheryl Cohen, del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD), a la agencia alemana DPA. Además de las posibilidades más bajas de hospitalización, los contagios por ómicron "se vinculan también a un 70 por ciento de probabilidades más bajas de sufrir una enfermedad grave, en relación con los contagios del variante delta".

¿Una excepción sudafricana?

 

Los autores advierten que sólo han observado las infecciones en Sudáfrica y no descartan que en otras poblaciones se pueda responder de manera diferente. Una diferencia potencialmente crítica es que la población de Sudáfrica tenía un alto nivel de exposición previa al coronavirus. Si es así, esta inmunidad natural podría estar ayudando a reducir la fuerza de ómicron, pero eso no está probado.

La vía española

 

Mientras tanto, el presidente español, Pedro Sánchez, ha llegado este miércoles por la tarde a la conferencia de presidentes autonómicos, que se celebra en el Senado, con toda una batería de medidas comunes para hacer frente a la sexta ola de coronavirus. Entre estas, destaca el retorno de la mascarilla en espacios exteriores, el refuerzo de la atención primaria con más personal sanitario o la aceleración del proceso de vacunación. Aparte, el Gobierno dará manga ancha a las comunidades autónomas para tomar sus propias restricciones, como podría ser el toque de queda en Catalunya, si recibe el aval del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Cuando acabe la conferencia de presidentes, comparecerá el Gobierno. Algunos presidentes han trasladado su malestar a Sánchez porque ha llegado con medidas ya tomadas por él.

La medida más visible, según fuentes de La Moncloa, es el restablecimiento de la obligatoriedad de llevar la mascarilla en espacios exteriores, una obligación que fue eliminada justo antes de las vacaciones de verano. Lo habían pedido diferentes presidentes autonómicos, como el valenciano Ximo Puig, el lehendakari Íñigo Urkullu, el gallego Alberto Núñez Feijoó o el andaluz Juanma Moreno Bonilla. Esta es la única "restricción" del Gobierno español.

Mañana mismo se reunirá de forma extraordinaria el Consejo de Ministros en un encuentro monográfico para aprobar un real decreto del Ministerio de Sanidad que regule todo eso.