Cambio de criterio en la Organización Mundial de la Salud sobre el método de transmisión del coronavirus. Después de meses negándolo, la entidad ha admitido ahora que es posible contagiarse de Covid-19 por vía aérea, sobre todo en espacios cerrados y sobrecargados a causa de la mala ventilación. Hasta ahora, la organización afirmaba que el contagio era posible sólo a través del contacto directo de las pequeñas gotitas que se expulsan al toser o estornudar.

La actualización llega después de que 239 científicos encontraran evidencias —mediante un estudio contrastado empíricamente— de que la cadena de transmisión del virus no sólo dependía de que las partículas reposaran sobre una superficie, sino que pudieran circular por el aire. El estudio de los expertos de más de 32 países, filtrado a The New York Times el pasado fin de semana y publicado el lunes en una revista especializada (la publicación académica de Enfermedades Infecciosas Clínicas de Oxford), pedía a la entidad internacional que revisara sus indicaciones y directivas sanitarias.

Giro en las directivas sanitarias

En la página web de la OMS este viernes ya aparece su guía actualizada desde que publicó la primera a finales de marzo e incluye los aerosoles —las gotitas que emanan de la respiración— como una vía plausible de contagio, ya que ahora considera que estas partículas se pueden mantener en suspensión durante un cierto tiempo y contagiar a quien las inhala si tienen bastante carga vírica.

En un comunicado, la OMS admite que ha habido brotes de coronavirus en ciertos sitios cerrados, como restaurantes, clubs nocturnos, gimnasios o zonas de trabajo dónde se habla en tono elevado, o incluso se canta por la gran cantidad de ruido. También destaca que el contagio es más plausible en recintos mal ventilados donde personas con coronavirus hayan podido pasar un largo periodo de tiempo con otros. Dicho de otra manera, los científicos apuntan, ratificados ahora por la OMS, que los dos metros de distancia personal no son garantía de que el virus no se transmita de unos a otros.

Urgen más investigaciones

La misiva de los máximos responsables en materia de salud incluye matices en lo que exponían los expertos de Oxford. La OMS asegura que "se desconoce la proporción de núcleos de gotas exhaladas o de gotitas respiratorias que se evaporan para generar aerosoles y la dosis infecciosa necesaria para causar infección en otra persona", como sí que se conoce en otras enfermedades respiratorias. En muchos de los casos el enfermo se ha contagiado después de una larga exposición a las partículas.

Por eso insiste en que hacen falta más estudios "urgentemente" para investigar este tipo de transmisión, aunque subraya que por ahora la principal vía de contagio demostrada es por contacto con pequeñas gotas expulsadas por personas infectadas al toser o al estornudar.

La economía, todavía por delante de la salud

La mayoría de los expertos firmantes del ensayo apuntan que la falta de claridad de la OMS y las reticencias a cambiar de opinión responden a cuestiones económicas. Subrayan el presupuesto cada vez más reducido de la OMS y las complicadas relaciones políticas que tiene que mantener, especialmente con los Estados Unidos y China. En la carta, los expertos celebran que el personal de la OMS haya ofrecido diariamente reuniones informativas y haya respondido incansablemente a las preguntas sobre la pandemia, pero lamentan, precisamente, que el comité de prevención y control de la infección esté regido por una visión rígida y demasiado medicalizada de las pruebas científicas.

Los autores del estudio también señalan que la OMS tiene una visión de la transmisión por el aire poco moderna, que no ha evolucionado desde que se definió hace años.